En teoría, las becas son concedidas por parte del Ministerio de Educación o de los gobiernos autonómicos con el objetivo de que los y las estudiantes no se vean limitados para estudiar aquello que deseen por la falta de recursos económicos. Pero entonces, ¿por qué tienen que asumir los gastos durante meses hasta que la reciben?

Las trabas comienzan con la educación primaria y secundaria

Pongamos un ejemplo concreto. En Plasencia, una pequeña ciudad de Cáceres, todas las familias cuyos hijos o hijas se encuentren en la escuela pública primaria o secundaria, deben realizar el desembolso inicial de la compra de libros.

Pero, ¿qué pasa si alguna familia no puede costeárselo?

Es cierto que hay ocasiones en las que el instituto ofrece libros usados para las familias becadas, pero esto no ocurre siempre. Y esto es así ya que, como sabemos, otra cosa no, pero lo libros escolares sufren innumerables cambios de un año para otro.

De esta forma, una familia placentina se gasta una media de 300 euros únicamente en libros y material escolar obligado en el mes de septiembre. ¿De verdad cree la Junta de Extremadura que esto es un buen sistema para gente sin recursos económicos? Probablemente el siguiente paso de la Junta sea el de promocionar algún banco especializado en microcréditos que no cobre demasiadas comisiones, ya que alguien tiene que llenar su vacío en la asignación de recursos.

Y continúan con la educación universitaria

Tras haber superado las trabas impuestas a la educación primaria y secundaria, nos encontramos con que para la educación universitaria ocurre lo mismo. Las becas para el estudio son concedidas tarde, cuando la persona estudiante ya ha tenido que pagar durante meses el alquiler de su piso, el material requerido por el profesorado y su alimentación.

¿De verdad es mucho pedir que este tipo de ayudas sean concedidas antes de comenzar con el curso académico? Esto no sería ninguna locura: países como Francia o Polonia ya lo hacen.

Además, hay otro asunto que no deberíamos olvidar en este punto: no es lo mismo estudiar en Granada que en Barcelona. No es lo mismo recibir una beca que ofrezca la posibilidad de cubrir sin problema todos los gastos, a recibir una beca que únicamente te permita pagar tres meses de alquiler.

La beca debería poder ofrecer una mayor libertad de movimiento durante el curso completo y no ser solo un alivio puntual.

La Educación es un derecho de toda persona y a través de este sistema lo único que se está consiguiendo es la exclusión de una gran cantidad de personas que no pueden costearse el pago de alquiler durante meses o la compra del material necesario requerido a principio de curso.

Con la Educación no se juega

Es necesario reorientar la política de becas para el estudio. Todos y todas sabemos que la mayoría de las políticas, sobre todo aquellas concernientes a la Educación, van cambiando de acuerdo con los intereses partidistas de cada legislatura. Pero la Educación no es algo con lo que se pueda jugar.

Ya está bien: es necesario que se comiencen a crear políticas educativas por y para personas.

También es muy importante que la gente tome mayor conciencia sobre este problema. Dado que la política de becas se ha llevado a cabo siempre mal en este país, la sociedad española ha normalizado el hecho de que recibas la beca hacia la mitad del curso académico. No debemos relajarnos ante la injusticia social porque esto, señoras y señores, es injusto.

Ya no nos vale la excusa de la crisis financiera. De hecho, ¿no ibamos camino de la recuperación? Quizás la recuperación se refiera únicamente al IBEX 35 ya que ningún beneficio ha sido aun palpado por el resto de la sociedad española.