Corría el año 2006 y en un pequeño cibercafé de Cumbayá los salvapantallas de todas las computadoras lucían el letrero “Reservado para el Economista Rafael Correa”. Después por la tarde una multitud de decenas de personas instalaban en los pocos equipos los programas de conteo electoral, proporcionados por el en ese entonces Tribunal Supremo Electoral, hoy CNE.

Una sorpresa delirante, en los escrutinios de segunda vuelta resultaba electo Rafael Correa. Con este presidente los ecuatorianos se acostumbraron a conocer la vida diaria del mandatario, puesto que en la sabatina televisada semanal, el presidente Correa, contaba con lujo de detalles la hora, la fecha y el día de casi todos los acontecimientos y labores que se suscitaron en esa semana.

Lo veíamos cantar, llorar, defenderse, atacar, comer, y nunca pudo dejar su papel de profesor, puesto que algunas sabatinas parecían clases de economía en un lenguaje por demás sencillo y coloquial.

El populista de izquierdas, se ganó el reconocimiento o por lo menos el interés internacional, cuando le propuso a EEUU que se le permitiera a Ecuador tener una base militar en Miami. Se necesitaba el contraste, ya que EEUU tenía en Ecuador una base militar en la ciudad de Manta, provincia de Manabí.

Los visitantes de los países fronterizos de Perú y Colombia se entusiasman siempre, con las nuevas carreteras ecuatorianas, éstas son de 4, 6 y 8 vías. Los opositores en las campañas electorales terminaban con el spot, ”pero qué bonitas carreteras” y acusaban de algún supuesto error al presidente y le lanzaban de remate la para ellos lapidaria frase.

"Queda proyectada la construcción de súper–carreteras".

Quizá para muchos las obras más visibles de este mandatario sean las obras en favor de la educación pública, centenares de las llamadas "escuelitas del milenio" en las poblaciones rurales, que cuentan con todas las comodidades modernas, los llamados colegios réplicas, con auditorios, patios de esparcimiento, construidos rápida y eficazmente.

La elevación de categoría de los profesores a través de cursos y postgrados. Y lo mejor las "universidades del milenio", algunas en plena selva amazónica, otras en sectores rurales, con verdaderos y avanzados laboratorios de ciencia, con profesores europeos, principalmente españoles, que fueron y están siendo importados por el gobierno ecuatoriano.

Personalmente creo que la obra más grande de Correa son las represas hidroeléctricas, algunas están todavía en construcción, pero desde ya están amortizando su costo, debido a que Ecuador ha pasado de ser un importador de energía eléctrica, a ser un exportador a los países vecinos.

Este es el resultado de la Política llamada del “cambio de la matriz productiva”. Merced a esta implementación, poco a poco los hogares ecuatorianos están recibiendo electricidad gratuita si se cambian a las cocinas de inducción eléctricas en lugar de las peligrosas cocinas de gas.

Finalmente quiero terminar esta crónica con esa frase que dice “Se va el hombre, pero su obra queda”. Rafael Correa será un grato recuerdo en todo el mundo.