Recrudecimiento del clima, crisis migratorias, caída en picado de la cultura... A simple vista, podría parecer que estuviese hablando del presente año 2017. Sin embargo, quería hacer referencia al año 406 d.C. ¿Increíble, verdad? Pues sí, en el año 406 d.C. las condiciones climáticas en Europa fueron extremadamente duras, congelándose los ríos centroeuropeos y produciéndose las primeras oleadas migratorias de pueblos bárbaros -aludo a estos fenómenos como migraciones y no como invasiones con el firme propósito de ponerlos a la misma altura de la crítica situación que, sin ir más lejos, vive ahora mismo nuestro continente (y no sólo nuestro continente), se podría decir que la crisis migratoria es ya un fenómeno de alcance global, no hay más que echar un vistazo al panorama estadounidense, como bien refleja este artículo actual.

Es, precisamente, a esto a lo que pretendía llegar y a lo que el título del presente artículo aludía: han pasado más de 1500 años desde entonces, desde ese fatídico año 406 d.C, desde esa acusada crisis del Imperio Romano que empezaba un período imparable de decadencia, el cual tardaría siglos en volver a repuntar-crisis que arrastraría consigo toda una época de libertad cultural, de esplendor artístico- han pasado siglos desde que oleadas de pueblos, presionados por el miedo que les inspiraban otros pueblos que venían detrás (por ejemplo, los hunos) llegasen a territorios europeos en busca de mejores condiciones de vida, para encontrar rechazo en lugar de apoyo, ser considerado "el enemigo" y no "la víctima".

Ha pasado tanto tiempo... Y sin embargo, a día de hoy, no hemos cambiado nada. Por eso mismo, yo me pregunto, ¿ha evolucionado realmente el hombre? ¿O simplemente es víctima de un proceso de eterna repetición? ¿Está abocado a repetir una y otra vez la misma Historia en base a su naturaleza?

No me atrevería a hablar de involución pero, ¿no somos nosotros más bárbaros que aquellos hombres del siglo V d.C.?

Porque creyéndonos más avanzados, pudiendo haber mejorado, teniendo más experiencia, no hemos mejorado en nada. Solo hemos perdido, quizá, un poquito más de nuestra humanidad.

Probablemente peque de soberbia al escribir este artículo, pero mi intención con ello no es más que la de ofrecer mi más humilde opinión. Aquí os remito a otro artículo bastante interesante que he encontrado con respecto a la crisis migratoria de refugiados en Europa.