Hace un cuarto de siglo, y no hablo como un abuelito, recuerdo cuando tuve mi primer vídeoVHS. Al principio dudábamos entre este formato o el BETA, pero al haber pocos ya en el mercado, elegí el VHS. Llegué a coleccionar muchas películas en este formato, sin contar las decenas que grababa de la televisión.
Pero como las nuevas tecnologías avanzan muy rápido, hace quince años apareció el DVD, de mucha mejor calidad de imagen, que en vez de cinta como la de cassette, era en disco. La novedad era que podía contener varias versiones de la misma película, es decir, la versión original, más el doblaje si lo había (en este caso, de un doblaje hasta cinco distintos, como algunas películas americanas), más el making off, entrevistas e incluso escenas eliminadas del montaje de la película.
Contra esto, el VHS no podía competir. El DVD ocupaba muchísimo menos espacio, mientras que el VHS abultaba casi tanto como una enciclopedia en tomos. Por ello, una colección de vídeos necesitaba mucho sitio. Aparte, sólo podía contener una versión, y casi siempre era la doblada, por lo que el DVD satisfizo tanto a los que sólo ven Cine en VO como los que les gusta el doblaje, y más por que el doblaje de este país es el mejor del mundo.
El DVD también está en decadencia por que ha salido el Blu Ray, con una imagen de mejor calidad aún, y ya hay varias películas que fueron lanzadas en ambos formatos a la vez, un 2 x 1. Pero todavía resiste bien. Lo malo es que Internet y sus descargas ilegales de películas, con muchas plataformas de visión gratuita de cualquier cosa, está haciendo mucho daño al DVD y a los videoclubs, cada vez más pequeños.
Hoy se ha sabido que Funai Electric, la última empresa que fabricaba ya los vídeos VHS, dejará de hacerlo al final de este mes ante la falta de componentes para ello, no por la demanda, que todavía hay suficiente, pero no la suficiente, comparada con los que compran DVDs.
El diario francés Libération, entre otros muchos, recuerda con nostalgia cuando el vídeo apareció por primera vez en 1951, y con los años ganó auge, hasta que ya empezado el siglo XXI, apareció el DVD, con ventajas mil veces más ventajosas, valga la redundancia, por el menú abundante que contenía.
Y muestra la opinión de gente que “prefiere las viejas cintas de vídeo a pantallas pequeñas de streaming”, como ellos denominan a las películas en DVD. Aparte, en VHS hay películas que han sido olvidadas en las ediciones de DVD, se refiere el diario a películas raras, difíciles de encontrar, hoy en día olvidadas incluso por los cinéfilos más cultos.
Igualmente, los entrevistados creen que “no creemos en la muerte de las cintas de vídeo”. En esto les damos la razón, es como los discos de vinilo, hoy casi piezas de museo al lado de los CDs, donde la música se graba con más calidad y tienen la ventaja de que si se caen al suelo, no se rompen, como pasa con los vinilos, que no tienen arreglo alguno si pasa algo así, o con las también desaparecidas cintas de cassette, que se enredaban y podían romperse, como las cintas VHS.
Esto pasará ahora en cualquier lugar del mundo. Los que tenemos ya una cierta edad (yo tengo 51 años), pensamos lo mismo. Que algo que en su momento era una revolución tecnológica pase a mejor vida por que ha aparecido algo más moderno y avanzado, nos deja como anticuados, aunque luego nos adaptemos al nuevo aparato, como ha pasado con el DVD, que tiene la ventaja de sus menús múltiples, aunque el VHS era más entrañable.