La periodista húngara Petra László trabajaba como reportera de la cadena húngara N1, muy cercana a la extrema derecha. Hasta el pasado mes de agosto era una desconocida, pero tras el bochornoso vídeo que dió la vuelta al mundo, en donde se aprecia a la reportera que cubría la noticia sobre los refugiados, cámara en mano, empujando a varios de ellos, pateando a una adolescente y finalmente zancadilleando a un padre que llevaba a su hijo pequeño en brazos mientras intentaban huir de la policía húngara para no acabar en los vergonzosos campos de refugiados.

Ante la gran difusión de las imágenes, la cadena decidió despedirla varios días después del suceso. Posteriormente se supo que la peridista era madre. ¿Qué clase de educación podría dar una mujer así a sus hijos? La ignorancia es el peor enemigo de la tolerancia, las personas deben estar por encima de las fronteras o las políticas de inmigración. Nadie deja atrás su vida, sus recuerdos y su nación sin una buena razón, movidos por la desesperación, ya sea por la extrema pobreza, ideales políticos o ante el peligro de una guerra. Petra no mostró el menor atisbo de empatía, precisamente el que ahora reclama para ella.

Ahora, la reportera húngara podría ser condenada con hasta siete años de prisión.

La protagonista se ha excusado diciendo que entró en estado de pánico, asegurando que no se merece esta "caza de brujas". Se justifica contando que los refugiados se dirigían hacia ella corriendo y afirma que es una madre, ahora sin trabajo, que cometió una mala decisión.

Como se puede ver en las imágenes, la realidad es bien distinta, es ella la que intercede en el camino de los refugiados que solo buscan huir del terror que azota a sus familias e intentar buscar un futuro digno de un ser humano.

Es decir, la agresora, en una disculpa forzada y nada sincera, pretende darle la vuelta a la tortilla y convertirse en la víctima de lo ocurrido, demandando ahora la empatía que ella no supo tener.

El padre agregido, Osama Alabed Almohsen, ha sido acogido en España junto a sus hijos y se le ha ofrecido un puesto de trabajo como entrenador de fútbol, profesión que ejercía en su país.

Además el Real Madrid tuvo un bonito gesto cuando los invitaron al palco de honor en el partido contra el Granada. Gracias a la repercusión de las imágenes han obtenido una buena dosis de ayuda y solidaridad pero por desgracia, hay muchas más historias que no correrán la misma suerte.

Lo ocurrido en el vídeo, bien podría ser una viñeta cómica escenificando las dificultades que Europa está poniendo al pueblo sirio. Hay que buscar soluciones y parar la barbarie que está sufriendo la población en Siria. La solidaridad es la clave. Quizás algún día nosotros también la necesitemos...