LaSexta ha llegado a convertirse en un icono de cadena televisiva de “izquierdas”en España, y por rebote, la tertulia política de “La Sexta Noche” nos hallegado a parecer un debate bastante plural.

Locierto es que la izquierda, vende, y Atresmedia lo único que ha hecho ha sidollenar un nicho que estaba vacío. Comenzó reclutando personajes polémicos y deapariencia izquierdista y realizó formatos llamativos para aquellas personashastiadas de la apariencia bipartidista de la información.

Pero locierto es que todo está calculadísimo. Resulta casi de risa, que una empresafomente una revolución anticapitalista en España y como es obvio, nada máslejos de la realidad.

“LaSexta Noche”, está cargada de mensajes que generan "opinionesfantasma". Veremos varios puntos que nos harán pensar, después, cada unodeberá sacar sus propias conclusiones.

Lostertulianos están divididos estratégicamente en dos facciones. Como es natural,el PSOE se sitúa a la izquierda y el PP a la derecha, manteniendo sus posicionesde honor. Antonio Miguel Carmona y Paco Marhuenda, respectivamente, se sitúan aambos lados del moderador.

Unperiodista y no un político es el representante de la derecha, lo que otorgauna sensación de normalidad a su postura. Da la impresión de que el PP se encuentraen inferioridad, ¿verdad?

AMarhuenda, se le suman varias voces como la de Eduardo Inda, un portavoz delpartido, últimamente, Pablo Casado y algún que otro periodista con ideología dederechas.

Si seguimos con esta división ideológica, la derecha cuenta tambiénen Ciudadanos,el partido de Albert Rivera, y en UPyD, por lo que esta facción obtiene yaseis representantes. Si decidimos que el PSOE no es realmente socialista,serían siete, pero eso lo dejo a vuestra libre interpretación.

En elotro extremo, al lado de Carmona, encontramos normalmente a algún representantede Izquierda Unida y de Podemos, además de alguna figura de ideología cercanaal Partido Socialista que, por lo general, despiertan la simpatía de lostelevidentes.

Son cuatro (o tres) frente a seis (o siete), según se mire.Además está el experto invitado, que desde su superioridad, rara vez critica elsistema capitalista en el que vivimos.

Laaparición de la autoridad técnica, normalmente de carácter neoliberal, querepresenta la objetividad científica frente a la mera opinión política.

Uneconomista por lo general, aparece para iluminar a los telespectadores con susabiduría.

Tienelas herramientas básicas de un docente, la pizarra y el puntero, lo que leotorga superioridad sobre el resto de los presentes. Lo que la gente espera deun experto, es que éste debe ser objetivo y para nada estar sujeto a ideologíaspropias, su única función es arrojar un poco de luz a la “plebe”.

No hayduda de que La Sexta, ha sabido canalizar la aparición de fuerzas nuevas y deexplotar su carácter mediático. Un ejemplo son PabloIglesias o Ada Colau, personalidades carismáticas que ha conectadofuertemente con las inquietudes sociales.

No setrata más que de una inversión magistral. En todo caso, el mensaje que nostransmite “La Sexta Noche” es que al final, el capitalismo funciona yestupendamente además.

Invito a los televidentes a observar con ojo crítico,pues no por esto hay que dejar de ver nada. Es bueno colocar filtros y dejar deser meros observadores que canalizamos de buen grado todo aquello que nosllega.

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