Kevin Spacey se incorpora así a la nómina de los salpicados por escándalos vinculados a hábitos lujuriosos en Hollywood pero que han resultado exculpados, aunque con su figura pública seriamente dañada. Otros casos serían los de gente como Woody Allen o Morgan Freeman.

Evidentemente, el rumor en las redes continuará y se insistirá en que la inasistencia de un testigo ha volcado esta resolución a su favor y que la fama de depredador aún le acompaña, pero lo cierto es que los fiscales han retirado los cargos de agresión sexual.

Kevin Spacey, el último de la lista

Los escándalos que afectan a estrellas del Cine son tan viejos como el mismo Hollywood. Casi parece que no pueda existir lo uno sin lo otro, como la cara oculta de la luna: no la ves, pero ahí está.

Cuando se apaga la cámara, el mundo de las interrelaciones personales entre estrellas continúa. Lo mismo entre estrellas y wannabes. O entre actores y los que ocupan cargos en la cadena trófica de Hollywood pero nunca están ante el objetivo. Ese mundo de interrelaciones se vuelve más complicado que el tuyo y el mío: dinero, oportunidades, chantaje, debilidades. Todo se potencia.

Hollywood Babilonia

Tan solo hay que echar mano de “la Biblia” de los escándalos en la Meca del Cine, los libros titulados Hollywood Babilonia escritos por el director de cine Kenneth Anger, para ver que estas turbias noticias ya estaban ahí desde la época de los albores del siglo XX, en aquellos años en los que se prohibía entrar a los actores en los restaurantes y se sugería que se les dejase atados fuera, con los perros.

Kevin Spacey ha visto su carrera seriamente perjudicada por las acusaciones y por el proceso en sí. Pero su caso o cualquier otro puesto en juicio por el movimiento #MeToo son la última versión de una interminable lista de escándalos y conductas criminales que acompañan a la industria cinematográfica norteamericana.

Hollywood nunca fue aburrido

Viajando atrás en el tiempo nos encontramos con las muertes causadas por el Clan Manson, que ahora Tarantino nos recordará con su reciente film; los cargos de asalto a una menor contra Roman Polanski, que aún hoy le acarrean el exilio de los Estados Unidos; la muerte del gangster y amante de Lana Turner a manos de su propia hija, o estrellas como Errol Flynn -el alma alcohólica de todas las fiestas-, acusado de dos cargos de estupro.

Y viajando mucho más atrás en el tiempo, Ramón Novarro, el primer Ben-Hur, asesinado mediante asfixia con un juguete erótico; o el resultado de asalto y muerte de una joven figurante a manos de la estrella del cine mudo Fatty Arbuckle.

El juego de Hollywood

La cara oculta de Hollywood es un mapa de odios, venganzas, agresiones físicas y morales y un juego de captura de toda información sobre la vida privada de las estrellas que pudiera llegar a ser monetizada a través de un escándalo en los periódicos o de algún otro beneficio precisamente a cambio de su no publicación. Un trasiego de dossiers que casi deja en pañales a la Guerra Fría.

Nombra a una estrella importante: si no tiene un escándalo carnal a lo largo de su carrera, no será una estrella tan grande como pretende.