Últimamente estamos tan acostumbrados a las Historias de abusos, vejaciones, e insultos a través de las redes sociales y a su excesiva radicalización y banalización que muchas veces olvidamos que también pueden tener otra cara, la de las personas que relatan historias hermosas, de esas sencillas que nos hacen pensar y logran, al hacerlo, crear una cadena de “buen rollo”.
Normalmente hablamos de pequeñas historias, podríamos decir que historias detalle, pero al fin y al cabo son las que consiguen marcar la diferencia.
Una pequeña historia que se ha convertido en viral en twitter
Este último, ha sido el caso de una vivencia personal que ha narrado en su perfil de twitter la periodista de los informativos de TVE, Rosa Correa. En tan solo cuatro días su historia lleva más de 8850 me gusta y de 3800 retweets.
El agradecimiento de Rosa Correa
“Jamás imaginé esto y lo que ha despertado. Cuánta gente buena hay en el mundo. Solo hay que poner delante el espejo adecuado. Una y mil veces gracias.” Escribe como agradecimiento la periodista tan sorprendida por la repercusión de su Historia como agradecida. Y es que han sido muchos los que se han decidido a aportar su granito de arena con historias similares.
La historia del viejecito que se ofreció a hacerle compañía
En su primer tuit la periodista contaba como se encontraba sentada sola en la terraza de un bar, cuando se le aceró un señor octogenario y se ofreció a hacerle compañía. Lo cierto es que su primer impulso fue de desconfianza, pero tras mirar la cara del hombre le invitó a sentarse.
Conversaron de muchas cosas, de lo curativo de la música, de Italia y de la obra de Dante…
La acertada reflexión de la periodista
La reflexión de Rosa Correa es evidente “Cuantos mayores solos sin nadie con quién hablar y les escuche” y su conclusión realmente hermosa “tenía razón, yo hoy necesitaba compañía, su compañía. Déjense acompañar por sus mayores. Se lo debemos.” Para terminar invitándonos a levantar la vista del móvil y hablar y sobre todo escuchar a los mayores que nos rodean al menos un par de minutos al día.
Hoy me he sentado sola en una terraza de un bar. Al instante se acerca un hombre de unos 80 años y me pregunta si puede sentarse conmigo y hacerme compañía. No sabía qué hacer. 1 segundo de alucine total. Empecé a decirle que estaba bien y no necesitaba..no terminé la frase...
— Rosa Correa (@rosacorrea_tv) 21 de agosto de 2018
La mayoría de los internautas que han respondido al tuit reconocen que hablar con los mayores nos enriquece a todos, es una forma de vivir otra vida, conocer otros puntos de vista y a veces porque no renunciar a nuestros prejuicios. Sea como sea el ser humano es un ser social y no hay nada más enriquecedor que comunicarse mirando a los ojos al prójimo.