Es un esperado en las pantallas, el cine de Hong Sang soo rezuma esencialidad, libertad y nouvelle vage por los cuatro costados. De nuevo el maestro coreano parte de un hecho mínimo para construir un film básico, de presupuesto bajísimo y ofrecernos una película enorme, por su capas y capas de sabiduría cinematográfica.

Todos sus films comienzan con una anécdota que genera una interconexión de personajes (siempre pocos) que se deslizan a través de una repetición de espacios, como un restaurante, una terraza, un piso, un paseo que se vuelve a pisar con repetidas escenas de sobremesa.

Todo se desarrolla bajo la total cotidianidad de un lugar, en este caso el pueblo de Cannes durante los fastos del festival, pero el hecho podría haber acontecido en cualquier lugar del planeta con dos calles, una mesa de restaurant y una casa, lo dicho… mínima escena-universalidad narrativa.

La historia se desarrolla bajo una constante minimalista con cuatro personajes que como bolas de billar se entrecruzan y se encuentra, también hay un perro. En ese micromundo Hang Sang soo nos ofrece una amplia variedad de mezquinidades humanas y cinismo, que comienzan con el despido de su joven protagonista (la actriz Kim Min-hee), motivado por los celos de su jefa y los caos emocionales del personaje masculino, el director de cine So.

En medio el personaje que interpreta Isabelle Huppert –actriz ya habitual en el mundo creativo de Hong Sang soo desde On the Beach at Night Alone (2017)- ahuyenta sus fantasmas sentimentales con la poesía y la fotografía. Todos buscan algo y en ese avatar de pequeños conflictos humanos… los temores, el engaño y el autoengaño, son los condimentos para que estos personajes nos ofrezcan un baile formal de nuestras levedades.

Es en lo mínimo donde Hang Sang soo nos ofrece las mil caras de lo que somos, esta vez, bajo el cinismo y temores de la mujer madura, la inocencia y manías de la joven, la balsa salvadora de Huppert, las borracheras de So, las calles del pueblo de la costa azul… y también un perro. Lo dicho, lo poco es mucho.