Jake Gyllenhaal es uno de los actores más interesantes de la actualidad. Desde que destacara con Donnie Darko en 2001 con apenas 21 años, no ha dejado de encadenar papeles muy arriesgados con otros más mainstream. Sin embargo lo que no se le puede reprochar nunca es que haya apostado por películas de calidad y sobre todo por papeles a los que podría aportar su calidad interpretativa.

El villano de Spider-Man

Aunque aún no se ha confirmado de manera oficial, varios medios apuntan a que el fichaje de Gyllenhaal por Spider-Man: Homecoming 2 ya está cerrado.

Incluso se han filtrado más datos sobre a quién interpretaría: Quentin Beck alias Mysterio. Se trata de uno de los villanos más representativos del universo del hombre araña, un personaje capaz de crear ilusiones y jugar con la realidad para desorientar y confundir al protagonista. Su primera aparición en los cómics fue en 1964, creado por Stan Lee y Steve Ditko.

Sin duda es una gran noticia para la producción ya que al menos supondrá un incremento significativo en su calidad interpretativa. Ya hemos podido ver a Jake Gyllenhaal en otras películas donde interpreta a personajes desequilibrados o al menos con un sentido de la justicia bastante cuestionable. Creo que en este apartado podremos esperar un personaje muy singular y que puede aportar muchas cualidades a esta secuela.

De los pocos detalles que se conocen de esta segunda entrega, sabemos que Jake Gyllenhaal no estará solo luchando contra el hombre araña. En ella volverá a repetir Michael Keaton como El Buitre, por lo que parece que Spider-Man tendrá más problemas que en la primera entrega. De momento la fecha de estreno está prevista para el 5 de julio de 2019.

Su amor odio con Batman

Esta no es la primera vez que Jake Gyllenhaal ha coqueteado con las películas de superhéroes. Aunque finalmente ha acabado firmando por un personaje de Marvel, los rumores apuntaban a que encarnaría a un icónico personaje de DC: Batman. Los enormes problemas que está teniendo la producción ya desde sus primeras fases de producción, sin un director claro y sin casi guión, conllevan que sea muy difícil encontrar un protagonista que esté a la altura del personaje y finalmente Gyllenhaal tuvo que declinar el papel.

Esto no ha sido óbice para que, aunque siempre se haya mostrado como un actor que prefiera personajes más arriesgados en películas más personales, finalmente se haya apuntado a la moda de las superproducciones de superhéroes. Sin embargo no deja de ser una gran noticia que este tipo de películas también apuesten por buenos actores para sus personajes, y no solo por los efectos especiales.