Año tras año, y desde 1987, la Organización Mundial para la Salud y todas las organizaciones asociadas a ella, celebran el Día mundial sin tabaco. El propósito de esta celebración es dar a conocer al mundo los riesgos de tan perjudicial práctica, al tiempo que promueve prácticas para reducir el consumo de esta droga legal lo antes posible. Sin embargo, el objetivo inmediato de este día es lograr que durante 24 horas consecutivas, nadie consuma tabaco en ninguna de sus formas.

Una celebración variada

Cada año, la OMS aborda esta problemática desde un enfoque diferente y busca promover valores y conocimientos que ayuden a reducir su consumo.

El lema de este año es “El tabaco rompe corazones. Elija salud, no tabaco” y con esta iniciativa se busca informar sobre los riesgos y daños cardiovasculares que provoca el consumo de tabaco. Además, busca crear conciencia sobre el hecho de que el su consumo no solo afecta al fumador sino también a aquellos que se encuentran a su alrededor, conocidos como fumadores pasivos, pues el humo es tan dañino como el cuerpo del cigarro.

Riesgos y efectos del consumo de cigarrillo

Es importante saber que según cifras manejadas por la OMS, cada año, mueren 7.000.000 de personas como consecuencia de este vicio. Asimismo, un 13% del número mencionado, es decir, alrededor de 900.000 personas, muere solo por inhalar el humo del cigarro.

En cuanto a sus efectos nocivos, su consumo produce adicción debido a su principal componente, la nicotina. Por su parte, los gases que se inhalan son irritantes y de monóxido de carbono y estos causan estragos en el sistema respiratorio, sin mencionar que el cigarro está compuesto por sustancias altamente cancerígenas. En cuanto al aspecto corporal, el cigarro causa mal aliento y desmejora el aspecto de los dientes, dándole un tono amarillento y produciendo sarro.

Prevención

Para la OMS, es muy importante proteger tanto a las generaciones presentes como a las futuras de los efectos y consecuencias devastadores de tan feroz vicio. Por eso, se apoya en los gobiernos del mundo para aplicar medidas de control de tabaco que puedan mejoras la vida de muchos y disminuir su consumo y reducir la mortalidad como producto del tabaquismo.

Asimismo, siempre con el objetivo de proteger y ayudar a aquellos que buscan dejar este hábito, la OMS dicta charlas y realiza campañas comunitarias que puedan beneficiarlos y así prestarles apoyo en este difícil proceso y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos del mundo.