El Festival de Música y Arte del Valle de Coachella se celebra los fines de semana entre el 13 y el 22 de abril al sur de California. Este evento comenzó en el año 1993 como una iniciativa de Eddie Vedder contra el imperio de Ticketmaster. El cantante de Pearl Jam organizó un concierto en el club de polo de Indio (Coachella). Se terminó haciendo anualmente y participaban bandas independientes y grupos que, como los Pixies en 2004, llevaban varios años sin estar en activo. Esto hizo el festival muy goloso para artistas que querían exclusividad, por eso los precios empezaron a subir y se quedó en un festival para gente que, o se lo podía permitir, o era invitada.

Es decir, un festival para celebridades y ricos.

El festival del postureo por antonomasia

Cantidad de famosos y artistas acuden año tras año documentando sus looks, snacks y actuaciones favoritas. Todo el estilo de Coachella es indie, porque ese fue su origen y esa es la imagen que quiere conservar. Pero es representado por grandes marcas y discográficas que pagan a muchos de los asistentes por lucir sus sellos, así que realmente ya no es un festival independiente, sino un festival elitista.

Aun así, ha conseguido reunir a grandes grupos como Radiohead, Guns N Roses (que se volvieron a juntar en 2016 solo para actuar) o AC/DC.

Y este año el hip-hop sustituye al rock, con Eminem y The Weeknd.

Inaugurado por Beyoncé, que llevaba un año sin actuar por su embarazo, las redes sociales ya se han encargado de informar sobre cada actuación y su Streaming de YouTube.

¿Cuál es el precio de la entrada?

En España podemos ver cada año a artistas como The Weeknd, Kendrick Lamar, Ellie Goulding, Martin Garrix, Dua Lipa o Years&Years en festivales situados a pie de playa por precios que rondan entre 30 y 150 euros.

Pero en Coachella, solo la entrada general ya son 400 dólares, y no incluye nada. La diferencia principal es la probabilidad de coincidir con Lindsay Lohan o una Kardashian.

En cuanto a alojamiento, solo el parking del festival cuesta 100 dólares y se encuentra a 6 kilómetros del recinto. Es muy difícil conseguir un motel en los alrededores de Palm Springs, y en mitad del desierto hay que tener coche para poder alquilar habitación en cualquier otro lugar a media hora de la ciudad de Indio.

Por esto es por lo que mucha gente se queja del elitismo establecido. Aún así hay muchos festivales indies a los que acudir en Estados Unidos y por todo el mundo.

A parte de que allí no permiten beber a ningún menor de 21 años, todos los que acuden a Coachella requieren de conexión a Internet, y aunque ofrezcan WiFi gratuito, evidentemente este colapsa con tantos dispositivos, por lo que hay que comprar una tarjeta de usar y tirar y contar con muchos datos móviles.