Dentro del mes de marzo, mes dedicado por antonomasia a la figura de la mujer, hoy les presentamos a una mujer única y que os dejará sin palabras cuando conozcan su Historia (nunca mejor dicho): Zenobia (23 de diciembre 245-274).

Estamos en 272 d. C., en la actualidad Siria, la ciudad de Palmyra, una ciudad de la que en la actualidad poco o nada queda de su pasado esplendor, la ciudad denominada así por las palmeras, se trataba de una ciudad exuberante con su encanto y su esplendor; por lo que no iba a ser menos para el imperio romano, quien siempre ha sido considerado un punto muy importante sobre todo porque era el lugar de encuentro.

De muchas pistas propagó que procedían del extremo oriente, de la India, de Arabia y de muchas costas del Mediterráneo. El Rey de Palmira era el emperador Septimio Odenato, pero desde que fue asesinado en 267, su reinado pasó por sucesión al hijo Vaballato, pero siendo estos menores, la madre Zenobia, segunda esposa del emperador asesinado, se convirtió en regente. Ella era un personaje de mil recursos, muy culta, interesada en las artes, en las ciencias, alardeaba de ser políglota (conocía varios idiomas, incluyendo el arameo, el griego, el latín) y también era muy hermosa, de tez más bien oscura y sus característicos grandes y penetrantes ojos negros y una voz persuasiva (recordad lo importante que era la retórica en el mundo antiguo).

Zenobia era lucía también elegante porte e impecable calidad moral. De hecho, ella sólo se unía con su marido y exclusivamente para procrear.Vivió en la pompa y adoraba a su pueblo a la manera de los persas.

Zenobia, una mujer de armas tomar

Asistía incluso a las manifestaciones del ejército portando el casco y usando un manto púrpura adornado con gemas y como hebilla tenía una gema con forma de caracol situada en el centro.

Tenía una dentadura tan cándida que muchos pensaban que tenía perlas en vez de dientes. Su seguridad en sí misma, su generosidad, pero también severa si era necesario y sabía administrar los bienes con moderación, una calidad poco común. Le encantaba montar a caballo y a menudo usaba el carruaje de dos ruedas. Practicaba la caza y a menudo se reunía con sus generales, participando también en copas.

Se dice que durante sus banquetes hacía uso de vajillas de oro asaltaron de gemas así imitando el mismo uso de Cleopatra que decía que era su descendiente.

Una reina visionaria

Decía incluso que entre sus ancestros estaban la reina Semiramís y la reina Dido. Como el único título de regente no era suficiente para ella, se declaró a sí misma reina de Palmyra y pronto se inició una política agresiva con respecto a los territorios vecinos Palestina, Líbano y Egipto.

Bajo su dominio, la ciudad de Palmyra creció y se desarrolló y también los negocios se desarrollaron considerablemente. Zenobia había creado un reino con su propia autonomía, bajo el ojo intrigado y sospechoso de Roma donde reinaba el emperador Aureliano (9 de septiembre de 214 - 25 de septiembre de 275), el cual fue emperador romano durante 5 años, del 270 a 275.

La cosa fue tolerada hasta que la reina decidió vencer la moneda que, inicialmente, recogía la efigie de su hijo vaballato y la del emperador.

Zenobia, la mujer que llegó a desafiar al mismo imperio romano

Pero la cosa cambió cuando ella tuvo la osadía de batir una moneda con su propia efigie, cosa que no podía ser tolerada y por lo tanto fue la guerra abierta tanto más que Zenobia se había también "Imperatrix romanorum". sufrió dos derrotas en la batalla de Immae y la de Emesa. Así que se retiró a su ciudad de Palmyra. En este momento, el emperador aureliano le concedió una rendición ventajosa, pero usted por el orgullo se negó y resistió el asedio hasta el último. Luego, con su hijo, intentó escapar a un camello intentando cruzar el río Éufrates, pero fue alcanzado por los soldados romanos y fue prisionera.

Mientras sus consejeros fueron ejecutados, ella fue llevada a Roma. Durante su viaje, su hijo murió de enfermedad. Según la "Historia Augusta" parece que cuando aureliano llegó triunfante a Roma en 274 d. C., a su continuación estaba la reina Zenobia prisionera mediante cadenas de oro y todo el cuerpo cubierto de gemas, exhibida como un trofeo de guerra. Se dice que Aureliano la vida y que luego, impresionado por su belleza, la casaría con un senador y con él se fue a vivir a una finca que le había sido asignada cerca del Tívoli, muy próxima de la villa de Adriano. Otras versiones, como la del historiador Zósimo en la "historia nueva", la reina murió durante el viaje que la llevaba prisionera a Roma, por enfermedad o hambre.

Así terminó la vida de este gran personaje que creó un gran imperio. Palmira, esta hermosa ciudad, de la que hasta hace poco podíamos ver algunas de sus ruinas antiguas, fue tristemente destruida por los integristas islámicos cuyo fanatismo ha superado con mucho las invasiones de los antiguos guerreros y de los mismos romanos antiguos que, al menos, eran, sin embargo, portadores de una nueva civilización. Honramos aquí la memoria del director del sitio arqueológico Dr. Khaled al-Basta que en aquella ocasión fue cruelmente asesinado por los yihadistas islámicos sólo por defender un patrimonio cultural de valor incalculable de nuestra Historia antigua.