Según la RAE Katana hace referencia a todo sable japonés aunque en Japón se conoce que hay muchos tipos que varían en forma y longitud. Pero si pensamos en la katana usual, nos vendrá a la mente el sable ligeramente curvado que era el arma principal de un samurái.

Normalmente miden un metro aproximado y pesa un kilo lo que hace que para poder portarla con agilidad debas tener dos brazos fuertes. Uno de los ejemplares más conocidos de katana es el Oda Nobunaga que precisamente fue el arma que portaba el daimyô Nobunaga. Actualmente existe un deporte llamado Kendo que compite con shinais que son la representación deportiva de la katana.

El shinai está realizado de bambú.

El origen de la katana

Debemos movernos hacia el lapso de tiempo entre el siglo X y siglo XII. Esto se debe a que es cuando la dinastía Song (de China) introduce en Japón otro tipo de espada con hoja curvada llamada El destripador de caballos, un nombre bastante aterrador pero que explica bien la función del arma. Con el tiempo, este arma que comenzó siendo letal contra la caballería fue transformándose hasta llegar a la katana.

Algunas características de la katana

La katana es una de las armas más conocidas del mundo y aunque de por sí tiene unas características únicas no deja de ser un sable debido a la curvatura de su hoja. Si algo se conoce de la katana es que corta de maravilla y es por eso que está más enfocada a cortar que a estocar.

Es decir, la función de la katana es hacer un corte que deje al enemigo incapacitado para continuar luchando.

¿Por qué la katana es curva? Este efecto que tiene el sable no es hecho a propósito sino que se forma en el proceso de creación. Cuando el acero se enfría y pasa a endurecerse, hay que cubrir la hoja con arcilla y polvo de carbón.

Hay que tener en cuenta que cuando la hoja de la katana sale de la forja, está a una temperatura de 800 grados y será la arcilla la que le aporte un filo excepcional ya que esta se enfría con rapidez. En el caso del cuerpo del arma, se cubre con una capa de arcilla más gruesa lo que hace que se enfríe más despacio aportándole mayor ductilidad.

Todos estos procesos conceden a la katana de esa curvatura única que la hace tan característica.

La katana es tan letal que se han desarrollado numerosos estilos de combate con el mismo arma. Por ejemplo, se puede llegar a matar al contrincante desenvainando el sable. Al fin y al cabo, el objetivo era cortar. La hoja causaba heridas tan graves que se la llamó la guillotina de mano.