Bramante es otro de los artistas más reconocidos del Renacimiento y no deja a nadie indiferente. Esto se demuestra con otra de sus obras más importantes que es el pórtico del Belvedere realizado en el año 1506 y ubicado sobre una colina. Para que nos hagamos una idea, esta estructura está situada a unos trescientos metros del Vaticano así que es muy fácil hacer una parada. ¿Por qué está tan cerca del Vaticano? Es sencillo. Era la antigua residencia de descanso de los papas así que seguro que ahora todo cobra mayor sentido.

Más detalles del pórtico del Belvedere

Este proyecto fue encargado por Julio II. Lo que este quería era unir el palacio de Nicolás V con el nuevo edificio mediante la utilización de un cuerpo alargado que se puede percibir con claridad si lo vemos con vista de pájaro.

Aunque se realizó sobre una colina es impresionante el trabajo de Bramante para estabilizar toda la estructura. Es decir, alargó el patio de manera uniforme sin demasiados desniveles. Para ello utilizó el elemento de la terraza que siempre queda elegante y es una solución positiva. A cada una de ellas se accede por escalera cóncavas y convexas que finalizan en una exedra que es un hemiciclo semicircular. Como en otras obras de Bramante, si algo destaca en su trabajo es la racionalidad simétrica y armónica.

Otra obra destacada: la basílica de San Pedro

Julio II della Rovere (un papa elegido en 1503) quiso restaurar la basílica de San Pedro en 1511. Para ello, retomó la idea de Nicolás V y aunque hablamos de restauración, en realidad lo que se hizo fue derribarla y construirla de nuevo. Esto lo hicieron ya que querían aumentar sus dimensiones y como debemos saber, una restauración no busca modificar sino restaurar la calidad actual de la obra.

Julio II eligió un proyectó de Bramante que se conocía a través de un dibujo del año 1505 y que se había conservado gracias al museo de los Uffizi. A lo largo de la historia esta estructura ha ido perdiendo su carácter bramantesco pero en un primer momento era un templo concebido a modo de planta centralizada. No se sabe bien, pero podría tener planta de cruz griega o simplemente cuatro brazos prolongados hacia el exterior.

A modo de coronación, la cubierta de la planta central sería una gran cúpula que representaba el cosmos y la Jerusalén celeste. No solo tendría esta gran cúpula sino que estaría acompañada de cuatro cúpulas más de menos tamaño que flanquearían la central. Una estructura realmente bella.