Cosmovisión que se propaga por las naciones occidentales es consecuencia según Morín[1] de la conjunción entre el bucle retroactivo del capitalismo y el auge de una red de telecomunicaciones instantáneas que hace posible la unificación tecno económica del planeta. Elicitado la revalorización de los derechos del hombre y de la mujer, enarbolando la bandera del humanismo bioantropocéntrico el cual está permeado por los valores espirituales del individuo transcomplejo, de la experiencia vivida holísticamente y con una actitud dialoguista de reflexión acción.
La globalización
En este orden de ideas, construir una sociedad basada en el conocimiento debe tener como eje central la educación y las tecnologías de la información y comunicación, para lo cual se amerita de un gerente educativo con liderazgo transformacional que trascienda lo institucional y personal, que además posea competencias tanto académicas como administrativas que ejecutará con inteligencia emocional y ética para que la educación sea de calidad. En relación con esto Hernández[2] señala que se trata de desarrollar competencias no solo académicas sino también éticas en los educandos. Lograr este cometido requiere que el gestor educacional sea competente en lo científico, técnico y habilidades sociales para conseguir los cambios necesarios en lo material y cultural.
En consecuencia, un gerente educativo que cumpla con esta tarea, tiene que renovarse permanentemente en su praxis académica y contextualizar las relaciones de aprendizajes, sus métodos y estrategias con axiología y actitud transdisciplinaria. La situación descrita será exitosa en la medida que se reestructure la cultura de la organización escolar e integre al docente en roles administrativos y gerenciales sin abandonar su ambiente de clase.
Praxiología
En Venezuela, el sistema educativo ha sufrido una tautomería en su praxiología de gestión educativa que se ha ejecutado en el subsistema secundaria donde ha desaparecido o tiende a desaparecer los coordinadores de seccionales con sus secretarias quedando por ahora solo la dirección ejercida por un docente en función directiva y de libre remoción y el coordinador de control de estudio y evaluación.
Por tal motivo, los docentes de aula asumen la función administrativa de la sección o curso donde es guía, monitor o responsable; esto es, lleva el control, organización, seguimiento y evaluación de los expedientes de cada estudiante de su sección guía, orienta a sus representantes y los mantiene informado de todo el acontecer de su representado, vigila que sus estudiantes se les respete todos los derechos y realicen sus deberes, así como también controla y evalúa sus estudios en las diferentes unidades curriculares.