Otra vez ha vuelto a pasar. Todas las predicciones han fallado y los dieciocho miembros de la academia sueca han vuelto a sorprender galardonando a un autor reconocido pero relativamente desconocido. Un autor que no entraba en las quinielas que por enésima vez apostaban por el japonés Haruki Murakami, y se volvían a equivocar. Sin embargo, por su sólida trayectoria literaria de casi cuatro décadas, sus condecoraciones previas y el reconocimiento y éxito de su obra, el nombramiento de Kazuo Ishiguro resulta mucho menos polémico que el de su antecesor, el cantautor de country Bob Dylan.

Kazuo Ishiguro es un autor británico de 62 años que a pesar de su origen japonés escribe en lengua inglesa. Cuando tenía cinco años su padre consiguió trabajo en Inglaterra y toda la familia partió en busca de una vida mejor desde su natal Nagasaki hacia el condado de Surrey, al sur de londres.

"Los restos del día" es su novela más reconocida de las siete que ha escrito. Publicada en 1989, sitúa la acción en la Inglaterra de 1956 y cuenta la historia de Stevens, un hombre que ha pasado la mayor parte de su vida sirviendo como mayordomo a Lord Darlington, y ahora, tres años después de la muerte del Lord y en el cénit de su vida, tiene por primera vez la oportunidad de tomarse unas vacaciones y viajar por todo el país.

La novela fue llevada a la gran pantalla en 1993 por el director James Ivory e interpretada magistralmente por Anthony Hopkins en el papel de Stevens y Emma Thompson en el papel de la señorita Kenton. La película, titulada en España “Lo que queda del día”, fue candidata a ocho premios Óscar, aunque finalmente no se hizo con ninguna de las estatuillas.

La obra de Kazuo Ishiguro representa a personajes atrapados entre dos mundos

Algunos de sus personajes son inmigrantes, muchos de ellos artistas (Ishiguro es pianista además de escritor). En “Nunca me abandones” se atrevió con una novela de ciencia ficción distópica que no renuncia a los sentimientos y la fuerza emocional que empapan todas sus novelas y que le hacen valedor de un estilo propio y reconocible.

En sus primeras declaraciones a la prensa tras conocer que le habían otorgado el premio Nobel de Literatura, ha contado que la llamada de su agente para anunciárselo le ha pillado enviando unos e-mails y haciéndose la comida, ya que él ni siquiera se veía como uno de los candidatos a semejante reconocimiento. Kazuo desea que su Nobel sirva para contribuir a crear una atmósfera más positiva, ya que está preocupado por la creciente hostilidad en Inglaterra hacia los inmigrantes.

“Si mezclas a Franz Kafka con Jane Austen, añades un poco de Marcel Proust y lo agitas, pero no demasiado, tienes a Kazuo Ishiguro” ha asegurado Sara Danius, la secretaria permanente de la Academia Sueca al anunciar el premio.