De que manera podemos acabar con Godard, el film de Hazanavicius se pregunta (The Artists y The Search). Mal genio es una película en clave de comedia sobre los años donde Godard conoció a la postre quien seria su pareja, la joven actriz Anne Wiazemsky, renovó de su Cine, puso patas arriba todo y abrazó el maoísmo. Un gran cóctel para despedazar al genio. El film nos guía por el Godard de los años de la Revolución del 68 y sus primeros años de noviazgo. Son los primeros pasos de su cine revolucionario, el enfant terrible de la nueva ola, un regenerador del cine que por aquel entonces ya había firmado, Á bout de souffle (1960), Vivre sa vie (1962), Le mépris (1963), Bande à part (1964). La imagen del cineasta es la de ya un director consagrado de cerca de 40 años que entraba en una dinámica política y activismo –aunque es más bien un teórico- apoyando la revolución de Mayo.
Su cine también iba a contemplar una evolución, tomando el cine directo y el real cinema. La Chinesse se había firmado en 1967, pero a partir de la brecha del 68, la experimentación de su cine con el material real comenzará a ser un recurso más, Pravda (1970), British sound (1969), Llotte in Italia (1971), Vladimir and Rosa (1971), hasta nuestros días historia du Cinema (1998), Film socialisme (2010).
Michel Hazanavicius reconstruye al personaje Godard en este film desde un soterrado cinismo que nos lleva a una comedia existencial del propio Godard, para posteriormente desmontarle en su relación sentimental con la Wiazemsky, diluyendo el mito y mostrándole como un hombre machista y posesivo.
Es el final de la relación con Anne, y al mismo tiempo en esa deriva la creación más ruptural del cineasta. El ego de Godard, incontrolable, le destruye desmoronando el mito y mostrando a la persona. Mal genio, es un biopic interesante donde no sabría decir si desmitifica o no la figura de Godard, más bien lo me acercaría a decir que no.
Wiazemsky acaba de esta manera por sellar el círculo de aquella frase que Godard respondía frente a la comparación: “El cine soy yo”. Hazanavicius por tanto le ofrenda el último regalo a Godard: cineasta, vanguardista, actor, director, productor, escritor... enfant terrible, genio, demonio...y por último propia ficción y realidad en la pantalla, creación misma.