Desde que estalló el escándalo Harvey Weinstein y la riada de mujeres acosadas por el productor cinematográfico, tan grande que recuerdan los horrores de Hannibal Lecter (el psiquiatra de “El silencio de los corderos”, que pasó de psiquiatra respetado a asesino caníbal sin entrañas), que ha desatado reacciones para todos los gustos.

La más polémica fue la de Woody Allen, tan ambigua que no se sabía si comprendía a las víctimas de Weinstein o se solidarizaba con él, cuando hablaba de “caza de brujas”. Se interpretó que Allen reconocería que él podría ser el siguiente que cayera en el oprobio del artista respetado que, como Lecter, se le descubren presuntas atrocidades cometidas por él.

Se supone que lo dijo por la amistad entre cineasta y productor, que ayudó a continuar con la carrera del primero, después de que la Columbia, en 1993, cancelase su contrato con él después del escándalo ya conocido.

Moses acusa a Mia Farrow de malos tratos físicos y psicológicos a su persona

Y como cada vez que sale Mia Farrow o sus hijos a su obsesiva caza de Allen, que ya dura un cuarto de siglo, salen los detractores del cineasta obsesionados con que se retire de una vez (un tuitero dijo “Si no fuera por esos fracasados antisociales que ven en las películas una extensión de sus propias vidas, Allen sería un don nadie”, en alusión a que los tímidos del planeta ven al cineasta como su Mesías), pocos han prestado atención a las palabras de Moses Farrow, ex hijo adoptivo de Mia Farrow, que rompió la relación con ella y sus hermanos hace tres años.

Entonces, ya habló de Mia Farrow muy mal, lo que provocó la ira de Dylan, la hija presuntamente violada por Allen: “Mi hermano está muerto para mi”, dijo ella.

Hace unas semanas, decidió explayarse sobre su terrible relación con la actriz, y la descripción que ha hecho de ello es como si ella fuera una persona terrible.

“Mia abusó física y emocionalmente de mí, y manipuló a Dylan para que acusara a su padre de abusos sexuales.

Ahora que ya no vivo con miedo de su rechazo, soy libre de compartir cómo ella me cultivó y me lavó el cerebro”, por que antes odiaba a Allen, ya que su madre se lo metió en la cabeza todo el tiempo.

“Por supuesto que Woody nunca abusó de mi hermana. Ella la quería y esperaba con ganas que él nos visitara. Dylan nunca se escondió de mi padre hasta que nuestra madre logró crear un ambiente de miedo y odio hacia él”, sigue diciendo Moses.

Mia Farrow dice que tuvo a Ronan de su ex, Frank Sinatra, a quien antes acusó de maltratador

Hace tiempo, Mia Farrow, en un alarde de cinismo por su parte, dijo que el desaparecido Frank Sinatra, ex marido suyo, fue el auténtico padre biológico de su hijo Ronan, quien ha destapado, por cierto, el escándalo Weinstein. Algo que no se creyó para nada Woody Allen, que creía ser su padre biológico, ni Barbara, la viuda de Sinatra, quien más se podría sentir ofendida, al saber que su marido le puso los cuernos con otra, y con su ex, además, que en su día acusó a Sinatra de malos tratos para divorciarse de él.

Queriendo echar más leña al fuego, la Farrow ataca a Moses, acusándolo no sólo de calumniar a su familia, con la que ya no se habla, sino de haber abandonado a su ex esposa, estando embarazada de él. Y en un alarde de paternalismo, dice que le echan de menos.