Muchos desconocen que Canarias tuvo un pasado prehistórico anterior a la época europea, que empezó a inicios del siglo XV. Se cree que su historia se remonta a hace más de 2.000 años. Las Islas estuvieron pobladas por una población en estadio prehistórico, que en Gran Canaria conocía un gran desarrollo, especialmente porque se trataba de una cultura Neolítica, con agricultura y ganadería desarrolladas, un sistema político bien estructurado y una sociedad jerarquizada en la que existían tanto monarquía como clero.

Todo ello lo demuestran sus numerosos yacimientos y los graneros diseminados por la isla, en forma de cuevas excavadas en las rocas de toba volcánica.

Sin embargo, en la Islas Canarias no existían los metales y por lo tanto una cultura metalúrgica. Es por ello que su cultura subyacente, que aún sobrevive en sus manifestaciones culturales, está siendo reconocida hoy día.

El objetivo de la Unesco al conceder el Patrimonio de la Humanidad es catalogar, preservar y dar a conocer sitios por su interés cultural o natural excepcional para la herencia común de la humanidad. El Risco Caído es ambas cosas. Su patrimonialidad es doble, dado que el Risco Caído se ubica en “Barranco Hondo”, que separa los municipios de Artenara y Gáldar, en la colada volcánica de una de las zonas más antiguas de la isla, donde aún existe el poblamiento troglodita o en viviendas-cuevas.

La concesión de esta excepcionalidad es esperada hace tiempo por las autoridades canarias y españolas dado que reconoce un yacimiento que fue redescubierto y ha sido relanzado como lugar de interés relativamente hace poco tiempo.

En parte, derrumbado hace unas décadas, dicen que allí fueron sepultados unos amantes de la zona.

Eso cuenta la leyenda. Pero la realidad es que se convirtieron durante mucho tiempo en cuevas de ganado y vivienda, hasta que los arqueólogos descubrieron la importancia del yacimiento hace unos años.

El descubrimiento fue tan relevante porque se trata de un lugar muy particular en la Prehistoria de Canarias y de las culturas prehistóricas de la humanidad, puesto que se trata de uno de los observatorios astronómicos prehistóricos mejor conservados que podemos encontrar en todo el planeta.

Los antiguos canarios eran conocedores hábiles de la naturaleza que les rodeaba y de las estrellas y su observación, a las cuales practicaban culto.

En concreto, este yacimiento representa las deidades, femenina (Luna) y masculina (Sol) y a ciertas horas del día, a través de un agujero excavado en la cueva, que es resultado de la fabricación de los naturales de Gran Canaria, incide la luz del Sol sobre los símbolos femeninos, representados por triángulos, como es propio en la prehistoria europea también.

La religión aborigen contemplaba a la mujer como símbolo de fertilidad y generadora de vida. En su sociedad, a las mujeres se les concedía una gran valía e importancia y se las incluía en sus rituales.

Actualmente, hay en todo el planeta reconocidos 1073 sitios, en 167 países. En España hay reconocidos 46 sitios, entre bosques, montañas, lagos, cuevas, desiertos, edificaciones, complejos arquitectónicos, rutas culturales, paisajes culturales o ciudades.

El Risco Caído es de difícil acceso, como casi todos los yacimientos de la isla que están más cercanos a las cumbres y por tanto en lugares estratégicos para la observación del cielo por parte de los aborígenes, del cual tenían un gran conocimiento, al igual que los antiguos egipcios. Importante para la agricultura como calendarios y para los ritos religiosos. Se accede por el barranco escalándolo, o bien, a través de un sendero antiguo realizado con lozas de piedra desde la parte superior del barranco.

Según informa el periódico regional Canarias7, el proceso de reconocimiento de su excepcionalidad se halla actualmente en un estado de evaluación largo, según informa el Director General de Patrimonio de la Humanidad del Ministerio, Luis Lafuente. Pero ya está en un proceso más avanzado y más cercano cada día.

Sería significativo para España y las Islas Canarias este reconocimiento para darlo a conocer a los numerosos visitantes de las Islas y al resto del mundo como lugar de interés, en el municipio más elevado de la isla de Gran Canaria. Motivos de altura llevaron a ubicarlo en este sitio, ideal para la observación. No en vano, las islas son observatorios naturales ideales del cielo, como demuestran los de La Palma y de Tenerife, además de otros fenómenos que también conocemos de sobra en las islas.