No era tan conocido en el país como el también veteranísimo dibujante argentino Joaquín Lavado “Quino”, creador de la inolvidable Mafalda, ni la también argentina Maitena, más actual, pero en México era el padre de la crítica social en cómics y caricaturas.

Este cronista ya lo conocía de cuando estudió Dibujo Humorístico, tratado como uno de los grandes de Latinoamérica. Algunos de sus cómics, con un lenguaje popular muy de su país, eran durísimos con las injusticias cotidianas de sus políticos y caciques. Carga social que no disminuyó con los años.

Rius murió en su casa de Tepoztlán, Estado de Morelos, situado a unos 100 kilómetros al Sur de la Ciudad de México, por un cáncer de próstata. Su muerte fue anunciada con pesar por Graco Ramírez, Gobernador estatal, y fue muy sentida por la sociedad mexicana. Él había nacido en 1934 en Zamora, Michoacán, en una familia muy conservadora, algo que él no asimilaría nunca.

'Los Supermachos'

Sus personajes más populares fueron los de “Los Supermachos” y “Los Agachados”, enorme radiografía de la clase popular nacional, con un estilo de dibujo rápido y sintético. Con los primeros, el Gobierno mexicano hizo que perdiera sus derechos de autor presionando a su editor, por lo que se vio obligado a crear los segundos, más incisivos todavía, en donde Rius trató todos los temas durante casi 15 años y que se considera su obra maestra.

Fue excomulgado por la Iglesia Católica por un cómic que la satirizaba al más puro estilo Rius, “Manual del perfecto ateo”. Y eso que de joven llegó a ser seminarista. Fundó varias revistas de humor satírico, desde “La Garrapata” a “El Chamuco”. Pero fue en diarios como “La Jornada” donde publicó buena parte de su obra.

Lo quisieron fusilar en 1968 por una caricatura

Llegó a ser tan incómodo para el Gobierno nacional de turno que durante el sexenio (período de seis años que gobierna el Presidente de México, no reelegible) de uno de los Presidentes del PRI, partido al que él siempre criticó, en 1968, fue secuestrado y a punto de ser fusilado, pero la intervención providencial del ex Presidente Lázaro Cárdenas le salvó la vida.

El motivo del extraño suceso fue una caricatura suya denunciando una masacre de entonces.

Su influencia en saber estimular a sus compatriotas a leer y aprender con sus cómics fue tal que Carlos Fuentes dijo que “en México hay tres Secretarías de Educación: la oficial, Televisa y Rius”. Es decir, que era tan influyente como la famosa cadena televisiva mexicana, creadora de famosos culebrones como “Los ricos también lloran”, de gran éxito en España en 1986.