A los gatos no les gusta el agua por regla general. El origen de ese miedo lo encontramos en los orígenes de los gatos.
Los ancestros de los gatos que vivían en los desiertos no tenían experiencia con el agua. Los gatos no han evolucionado para relacionarse mucho con el agua. Desde que los humanos empezaron a domesticar gatos, eso trata desde hace 9000 años en Chipre, los dueños de los gatos los han protegido de la rudeza de los elementos incluyendo el agua.
Que un gato disfrute del agua no solo está relacionado del lugar donde vive, si no también de las presas que puede encontrar ahí.
Los dueños de los gatos también pueden acostumbrarlos al agua, bañándolos cuando son cachorros, pero la mayoría de los veterinarios no lo recomiendan porque pueden secar la piel del gato y eliminar las feromonas de los gatos que ayudan a comunicarse con otros felinos.
Además el gato tiene todo lo necesario para mantenerse limpio. Su saliva contiene un detergente natural para reducir la grasa y su lengua es áspera para limpiar la suciedad. Sin embargo a algunos gatos sí les gusta mojarse.
Otra razón acerca de ese rechazo al agua es porque los mininos tienen el sistema respiratorio muy delicado. Recuerda que los gatos son animales muy inteligentes y para protegerse rehúyen al agua, así evitarán gripes y otras enfermedades respiratorias.
El hecho de evitar el agua no está solamente en los gatos pequeños, ya que los grandes felinos como los leones evitan a toda costa acercarse a cazar en los grandes ríos y lagos para evitar que pueda salir un cocodrilo del interior de este. El cocodrilo es uno de los animales que caza sin ser visto, ya que espera pacientemente debajo del agua hasta que alguien se acerca a beber agua.
Para que tu gato se pueda bañar cuando tú quieras lo que debes hacer es darle varios baños entre los 2 y los 3 meses, que es cuando los gatos comienzan a socializar las cosas y entenderlas. Pero como mencioné anteriormente no hace falta porque ellos mismos se limpian. Pero puedes experimentar a ver qué pasa, si tu gato sale corriendo sabrás el por qué.