En el año de 1998, Dreamworks mostró al mundo su primer película de animación tradicional, cabe destacar que fue apenas la segunda película de esta empresa luego de Antz y no solo eso, si no que increíblemente, le ganó en ganancias totales a la película de los insectos. Esta película está basada en la vida de Moisés en el segundo libro de la biblia, el éxodo.

El príncipe de Egipto tuvo una buena crítica, tanto en animación como en sonido, hasta estuvo nominada a un premio Òscar por mejor banda sonora original.

Básicamente, esta nos narra la vida de Moisés, un hebreo de clase humilde que fue adoptado por la clase alta de Egipto y choca constantemente con ellos, porque ya saben, en las películas siempre el rico es el malo y el pobre es el bueno.

En algún punto de la película, él se entera de su pasado y luego de matar accidentalmente a un guardia que maltrataba a un esclavo, huye al desierto.

Luego de una serie de acontecimientos, dios habla con Moisés y le dice que es el elegido para liberar a su pueblo hermano de los egipcios, así que le concede un báculo para poder hacer magia.

Moisés regresa a Egipto para hablar con su hermano Ramsés que ya es faraón, Moisés le explica que dios lo envió para liberar a su pueblo, pero este se niega.

Es por eso, que todo el pueblo egipcio es castigado con 9 brutales plagas que terminan con la vida de cientos de inocentes.

Finalmente, Ramsés, luego de ver morir a su hijo, decide dejar ir a los hebreos.

Así que ellos parten hacia el mar rojo, pero Ramsés cambia de opinión y decide ir tras ellos, Moisés hace una de sus más grandes hazañas abriendo el mar rojo, para que los hebreos avancen mientras los egipcios son contenidos por una línea de fuego que les impide el paso.

Es aquí donde se revela el secreto que nadie había notado, un secreto aterrador que de ser cierto, cerraría con broche de oro las mórbidas plagas casi apocalípticas que le tocaron a los egipcios.

Una de las escenas más memorables de la película es cuando, en medio de la noche, mientras los hebreos caminan por las arenas del abierto mar rojo, una serie de relámpagos dejan ver dentro del mar dividido una espectacular ballena. Sin embargo, si recordamos nuestras clases de biología, nos daremos cuenta de que las ballenas y demás cetáceos tienen la cola de manera horizontal, es decir, la mueven de arriba hacia abajo, mientras que los demás peces, la tienen de forma vertical, o sea que la mueven de izquierda a derecha.

Claramente, podemos ver que el ser que aparece en el mar muerto tiene, además de un tamaño descomunal, la aleta de un pez, por ende, no es una ballena si no un tiburón.

¿Qué tiburón podría llegar a ser de ese tamaño?

Exactamente, un Megalodón.

Y de hecho, tiene bastante sentido, si dios ya mandó plagas brutales ¿qué impediría que a los soldados se los tragara uno de los depredadores más aterradores de la historia?

Imaginen estar atrapado en el mar, demasiado lejos para llegar a la orilla y de pronto, ver la descomunal aleta del Megalodón. Tremendo final.

Pregunta: Ese ser vivo que sale reflejado en el mar, es un Megalodón? ¿O Simplemente una ballena con un error en la cola por parte de los responsables del dibujo? Deja tu opinión en la caja de comentarios.

Si prefieres ver el minidocumental:

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