¿Recuerdas que de pequeño solías tener un diario donde escribías tus aventuras del día y era como tu confesionario? Sí, esa libreta que encuentras en tu habitación cuando te decides a escombrarla y al final no lo haces por quedarte leyendo lo que escribías cuando niño. Porque como diría Benedetti, “¿A quién no le atrae el propio pasado?”
A la larga nos daba flojera o no teníamos tiempo para escribir todos los días hasta que de a poco perdimos la costumbre de tener un diario, que triste, porque todos los días vivimos cosas inolvidables.
Y es que quizás pensamos lo mismo que Benedetti “Comimos.
Hablamos. Reímos. Hicimos el amor. Todo estuvo tan bien que no vale la pena escribirlo”
Muestra de ello, Martín Santomé, un oficinista próximo a jubilarse, que se ha quedado viudo y tiene tres hijos con los que apenas cruza palabra. Sí, su vida parece muy triste, sin embargo llega a su vida el amor, ese amor que lo trae de vuelta a la vida. Laura Avellaneda, una chica del trabajo que bien podría ser su hija. Lo divertido de la situación es el modo en cómo cambian la vida uno del otro.
Martín Santomé es un carismático personaje que nos muestra que sin importar la edad, todos los días son buenos, aunque claro, hay días mejores y que a pesar de que pensemos que porque nos pasan cosas malas todo está perdido, la vida siempre nos tendrá preparados momentos inolvidables, exacto, como aquellos que relatábamos en nuestros diarios.
“La tregua” es un libro escrito por el romántico Mario Benedetti, escritor uruguayo quien agrega a sus listas de exitosos Libros títulos como “Primavera con una esquina rota”, “Viento de exilio”, “Quién de nosotros”, “Letras de emergencia”, “Inventario” y “El ejército del criterio”.
Lo que se vuelve sumamente interesante es saber por qué titular a éste libro “La tregua”, siendo que la historia aparentemente no tiene mucho que ver con el título.
Yo te invito a que lo leas y cuando descubras el porqué, lo compartas con los demás y así se forme una cadena de lectores