Este martes, y coincidiendo con el quinto aniversario de la muerte de Miguel Delibes, su hija, Elisa Delibes, y la experta en el escritor, Amparo Medina-Bocos, han realizado una homenaje a su memoria en Santander.
Esta última, no quiso dejar el momento, para elogiar la gran influencia que Delibes marcó en la literatura y la carga ética que le caracterizó y que ahora, tanto escasea entre los novelistas.
Este 2015 además, se rememora los 40 años pasados desde que el escritor, entrara en la Real Academia de la Lengua y los 60 de su obra "El camino".
Para resaltar en el acto la personalidad de Delibes, Medina- Bocos, quisó ensalzar el discurso que dió en su investidura como miembro de la RAE, que hay que decir que deberíamos leer todos.
Elisa Delibes, recalcó en su intervención, que su padre se sentía muy cántabro, aunque naciera en Valladolid y que los años que el escritor pasó tras su operación en 1998, hasta su muerte en 2010, ya nunca volvió a ser el que era.
Agregó como recuerda el momento en que tras la muerte de su padre, varios hombres junto a la secretaria, se llevaron tanto documentos, como escritos y recortes que estaban en casa, dando comienzo la digitalización de los archivos del escritor.
La Fundación que lleva su nombre y cuya presidenta es Elisa, se está a la espera de que esté terminada a finales del año en curso.
Delibes recalcó siempre a lo largo de su vida, que una novela, no solo debía servir para entretener.
Tenía que ser crítica y revelar todas las situaciones injustas de cada tiempo. Ser una manera de plantear problemas, que no proponer soluciones y dar a conocer comportamientos.
Así lo dejó plasmado en sus grandes escritos como "Los Santos Inocentes" y "El hereje".
Ahora, ya son cinco años sin él, y tan solo, aunque relativamente...
solo nos quedan sus grandes obras literarias... Verdadera joyas que habitan en nuestras librerias y que como bien apuntó su hija este martes en su homenaje, a finales de año, poblarán las paredes de La Fundación Miguel Delibes.