Hace poco más de un año que Margot Robbie aparecía en una fiesta, Leonardo DiCaprio la veía y hacía lo imposible por agasajarla, ligársela y casarse con ella en El lobo de Wall Street. No tardaba mucho en conseguirlo y a partir de entonces, Margot llenaba la pantalla, eclipsando en cierta manera la enorme presencia de una de las mayores estrellas de Hollywood en la que fue una de las películas mejor consideradas del 2014.

El brillo de Margot se hizo especialmente patente en la escena en la que domina por completo a DiCaprio, castigándolo con su seria intención de no dejarlo tocarla, mientras le va mostrando, lentamente, todo aquello que durante mucho, mucho tiempo, va a tener que perderse. 

Soberbia Robbie en cada plano de la película de Martin Scorsese, pronto fue la actriz revelación del año.

Sobre ella se escribió, se habló, se comentó y aunque no llegó al nivel de admiración del que gozan otras actrices como Jennifer Lawrence o Scarlett Johansson, no era por su falta de méritos, sino por la escasez de títulos con los que poder competir.

Haber participado en El lobo de Wall Street es toda una proeza, sin duda, pero además de ese trabajo Margot requería de alguno más que le otorgara la consistencia que ellas ya tienen. Poco después de que la cinta de Scorsese se convirtiera en el hito que fue en la carrera del director, a su estrella femenina la vimos en Una cuestión de tiempo, aquella historia romántica de viajes al pasado para mejorar el presente en la que toda la atención se la llevaba Rachel McAdams.

Pero ahora llega el momento de volver a reinar en la pantalla gracias a una película de timadores en la que la acompaña un actor muy querido, aunque en horas bajas en lo que a la taquilla se refiere. Su título, Focus, y su intérprete, Will Smith, quien ha vuelto a lograr el número 1 en Estados Unidos, si bien con una recaudación bastante escasa para tan alta posición.

Fueron 20 millones de dólares los recaudados por la cinta el primer fin de semana, y ya ha sido superada por Cenicienta, de Kenneth Brannagh, pero hay que tener en cuenta que Will no tiunfaba entre los espectadores norteamericanos desde que en 2013 llegara a los cines con la tercera parte de Men in Black.

Quién sabe si ha sido Margot la que le ha procurado suerte esta vez, pero ambos han conseguido darle consistencia a este divertimento que tanto recuerda a otros films del mismo tema, como El golpe, de George Roy Hill, Pickpocket, de Robert Bresson o Ladrones, que protagonizaron Juan José Ballesta y María Valverde.

Focus no inventa nada, pero nos devuelve a Margot Robbie dispuesta, esta vez sí, a ser la chica de moda, esa que, como le ocurre a las grandes estrellas, iremos viendo próximamente en los mejores estrenos.