La arqueología ha venido a dar fe de lo que cuentan antiguas crónicas sobre la historia de las Islas Afortunadas, a través del estudio de una de las piezas recuperadas en las excavaciones arqueológicas que han tenido lugar en los últimos años en el yacimiento prehispánico de la Cueva Pintada de Gáldar, en el norte de la isla de Gran Canaria. La moneda, una de las 70 que se han hallado, había sido considerada hasta ahora como acuñada durante el reinado de Fernando II de Aragón, es decir, Fernando el Católico, esposo de Isabel la Católica, y por tanto enmarcada cronológicamente en el momento de la conquista castellana del archipiélago, en el siglo XV, como el resto de las monedas encontradas (reales castellanos y ceutís portugueses).
La sorpresa ha sido descubrir que la moneda en cuestión, tras la restauración a la que ha sido sometida, pertenece al reinado de Jaime II de Aragón, que reinó entre 1291 y 1327. La filiación de la moneda a dicho periodo ha sido posible por el estudio iconográfico de la misma, en una de cuyas caras figura la característica cruz patriarcal, de doble travesaño, y sobre todo por el análisis de su aleación, que han determinado que fue acuñada un siglo antes del inicio de la conquista de las islas.
Los arqueólogos María del Cristo González Marrero y Javier Velasco han descartado que la moneda pudiese llegar a las islas de la mano de un soldado o un colono castellano, ya que poco les podría servir una moneda antigua, de otro reino, y que además ya no era de curso legal.
Como han señalado, hay textos históricos que hablan de la presencia de navegantes mallorquines en el siglo XIV en el archipiélago, pero hasta el momento no se había documentado ningún vestigio arqueológico que corroborara dichos testimonios.
Estas fuentes escritas hablan de varias expediciones mallorquinas entre 1340 y 1350, en las que llegaron a las islas Canarias varios comerciantes y familias de colonos, junto con un grupo de frailes agustinos.
La más conocida es la de 1342, a cuyo frente estaban los comerciantes Francesc des Valer y Domingo Gual. Según cuentan estas crónicas, al ver los canarios que venían en son de paz, les dieron tierras, ganado y mujeres, y convivieron con ellos durante unos 40 años. Durante ese periodo tuvieron lugar varias conversiones al cristianismo de la población aborigen, y en 1351 se crea el primer Obispado de Canarias, el Obispado de la Fortuna, por bula papal, en Telde, en el sur de la isla.
Se habla de la construcción de dos iglesias y varios almacenes, además de una pequeña ermita en una cueva dedicada a Sta. Águeda, también en el sur de la isla. A finales del siglo XIV, concretamente en 1393, la convivencia se rompe por causas desconocidas, y algunas fuentes recogen el llamado "martirio de los trece hermanos", en el que los frailes son asesinados. Se especula con una posible expedición esclavista llegada del exterior, o de choque entre ambas culturas. Poco después, en 1402, dará comienzo la definitiva conquista castellana del archipiélago, que terminará en 1496 en la isla de Tenerife.
Apasionante la historia y apasionante la Arqueología, sin duda, que nos sigue deparando nueva información sobre aquellos que nos precedieron.
De hecho, a raíz del hallazgo de esta moneda, los investigadores del Museo de la Cueva Pintada van a revisar otras piezas atribuidas al momento de la conquista, para confirmar si todos son castellanos o nos remiten a un origen diferente.