Nuestro estilo de vida sedentario, junto a los malos hábitos y una alimentación poco saludable, especialmente la arraigada en los jóvenes, son los causantes de una serie de enfermedades crónicas que rondan en nuestro país. Cabe destacar que muchas de estas enfermedades, en torno al 80%, podrían evitarse si escogiéramos otro tipo de hábitos más saludables.
Estadísticamente las enfermedades más comunes en España serían: la artrosis y los problemas reumáticos, la hipertensión arterial, la mala circulación de la sangre, las alergias, el colesterol elevado, las jaquecas, migrañas, dolor de cabeza, el asma, bronquitis, las enfermedades varias del corazón, la diabetes, la depresión y el cáncer.
En las últimas décadas, ha habido tal aumento de estas enfermedades, que ha supuesto un importante coste económico para la sanidad española, habiéndola dañado seriamente. Se prevee que si estos casos de padecimiento siguen proliferando en tanta abundancia, un posible colapso de nuestro sistema sanitario estaría por llegar. Es por ello que resulta de gran importancia desarrollar una serie de criterios de prevención de este tipo de enfermedades crónicas, siendo el objetivo primordial alcanzar una vejez saludable y activa.
La principal clave para remediar estos padecimientos estaría en educar y orientar a los pacientes y ciudadanos a través de una atención primaria directa. Los médicos profesionales, y la sociedad en general, serían los encargados de inculcar a sus pacientes hábitos más saludables, alejados del consumo del alcohol, del tabaco, del sedentarismo, de las carnes y productos lácteos, etc.