La última película de tu actor favorito está pronta a estrenarse, solo hay que esperar unos días más. Mientras tanto, dando vueltas por la red, hallas el tesoro oculto: la posibilidad de descargarla y verla un tiempo antes de lo esperado. ¿Puede la ansiedad de un seguidor llevar a la piratería y anular la venta de una entrada al Cine? La respuesta a este interrogante, es para APAS Laboratorio, una de las principales causas de que el éxito (o fracaso) de recaudación en cine no se vea influenciado por la descarga ilegal del filme. Según el estudio, quien descarga una película de mala calidad, incluso antes de que se estrene en la pantalla grande, no tiene intenciones de pagar por una entrada, por tanto, no afecta a la taquilla.

El trabajo, recientemente publicado en Social Science Research Network, analiza la influencia que tiene la descarga ilegal de películas sobre la recaudación en salas basándose en una totalidad de 32 filmes. Si bien es bastante común oír la aseveración acerca de que la piratería perjudica profundamente a la industria del cine, los resultados demuestran lo contrario. Según especifica su autor, Marc Milot, de APAS Laboratorio, el éxito o el fracaso de una película no depende de que los potenciales espectadores encuentren disponible una copia -de buena o mala calidad -en Internet. En este sentido, se advierte que no hay nada de magia: la recaudación será el resultado de varios factores entre los cuales se menciona la inversión, la calidad, la propuesta, y por supuesto, ¡el marketing!

Las estrategias de mercado están a la orden del día también en la industria cinematográfica, e incluso, hay quienes creen que la presencia no permitida en la red, puede ser una herramienta para atraer público y llenar butacas. Si esto no fuera así, ya no habría películas exitosas que permanecen semanas y semanas en cartel, que son exhibidas a salas llenas.

Un razonamiento simple, pero real. Por su parte, cada país, incluso cada ciudad, tiene su público. La concurrencia al cine es en muchos lugares una salida de lujo. Como se ve, las variables son muchas, pero no quedan dudas de que el cine junta dinero. Y mucho.