¿Qué sucedería si te enteraras de que, hace unos años atrás, cometiste un robo a mano armada que no recordabas? En principio, seguramente, experimentarías algo de sorpresa por el vacío en tu memoria, luego un poco de miedo ante la posibilidad de ir tras las rejas. Pues todos no solo podemos pasar por esta sensación de olvido, sino que además, somos capaces de inventar datos y detalles si somos inducidos a hacerlo y creerlo. De este modo, crear recuerdos falsos es factible, según una investigación publicada en Psychological Science.
Lo hemos visto en varias películas: un personaje inocente es acusado de un crimen que no cometió.
Y la vida real, por supuesto, se ha encargado de dar verosimilitud a la ficción cinematográfica, con varios casos de personas que han cumplido largas condenas por delitos ajenos. Según el estudio que llevaron adelante Julia Shaw (Universidad de Bedfordshire, Reino Unido) y Stephen Porter (Universidad de British Columbia, Canadá), la memoria puede ser manipulada, y por lo tanto, inducir a la creación y aceptación de recuerdos falsos. Se trata de un descubrimiento de mucho peso, sobre todo en situaciones jurídicas y legales en las que se pone en juego la inocencia o culpabilidad de un individuo.
La experiencia científica
De acuerdo a los detalles brindados en la publicación, la investigación tuvo como principal instrumento a la entrevista.
Un total de 60 personas fueron convocadas a tres instancias de entrevista durante las cuales se les preguntó acerca de hechos reales e inventados que supuestamente habían ocurrido en su adolescencia. Cabe aclarar que los sucesos reales habían sido solicitados a padres y tutores con anterioridad. En cuanto a los hechos falsos, se establecieron dos tipos: emocionales, como un accidente, y penales, como un robo a mano armada.
Al finalizar la serie de tres entrevistas, los resultados fueron sorprendentes. A las treinta personas que les dijeron que habían realizado un acto delictivo, 21 de ellas elaboraron un recuerdo falso, detallado y verosímil de ese hecho 'olvidado'. A otro grupo de 20 individuos a los que se los indujo a creer que habían cometido un asalto, desarrollaron recuerdos vinculados a relaciones policiales tenidas en aquella ocasión.
Según se pudo constatar durante la experiencia, tanto los hechos emocionales como los penales inventados, pudieron ser descritos con detalles tan verosímiles como si se tratara de eventos realmente sucedidos.
La reciente investigación demuestra que nuestra memoria no es tan difícil de manipular. Por esto mismo, los profesionales responsables apuntan a trabajar interdisciplinariamente el formato y la metodología de los interrogatorios policiales. Ningún inocente está dispuesto a creerse culpable.