Estamos asistiendo a un festival de noticiones, casi todos de carácter apocalíptico... Desde los conflictos bélicos, pasando por las consultas soberanistas y terminando por los brotes de ébola. Estos acontecimientos, si bien son novedosos se tapan unos a otros. Es decir, desvían la atención del espectador de un lugar de conflicto al otro. No son pocos los que opinan que cada focalización en una nueva noticia desvía la atención de los asuntos que quedan por resolver.
No hay que olvidar, que esta mecánica de presentación de acontecimientos no es nueva ni mucho menos. En un pasado ya hemos asistido a este tipo de presentaciones con temas que en su día fueron noticia de portada como el sida, los ataques a las torres gemelas, la crisis económica y un sinfín de noticias que aparecen como alarmantes y pierden fuerza con el devenir del tiempo. Lo que es importante, para esta la mano que escribe, es que las noticias de carácter apocalíptico no debieran serlo, y las noticias no apocalípticas relacionadas con la "la parte buena del logro humano" tales como el descubrimiento de una nueva vacuna o sus avances, los movimientos pro ayuda a personas en situación de riesgo y otras muchas debieren ganar protagonismo.
Y es que las noticias de portada de un tiempo para acá vienen en la dirección de todo lo malo que puede generar el ser humano. Ponderar o modular los altavoces mediáticos daría una perspectiva más amplia y realista a cerca de la naturaleza humana, que no es tan mala como parece.Conviene recordar que estamos en el siglo XXI y que los mecanismos de alarma que heredamos de tiempos pasados continúan siendo los mismos, que a su vez generan respuestas fisiológicas que invitan a la lucha o a la huida. Los medios de comunicación deberían dejar de hacer este tipo de presentaciones peliculeras para el beneficio de los las personas sensibles, entre las que se encuentran los niños y no pocos adultos. La responsabilidad es compartida: los lectores o televidentes pueden castigar las audiencias de este tipo de presentación de los medios comunicativos.
