En la década del 60, hablar de creencias religiosas en Cuba, era una especie de pecado político; pues se consideraba un enfrentamiento a las doctrinas marxistas-leninistas y los principios básicos del Partido Comunista de Cuba, órgano rector del Estado. En la actualidad, resulta significativo el incremento del número de feligreses en la Isla, mientras que en los medios de comunicación pasan por alto las cifras.

Por muchos años entre los puntos esenciales de la política de la Revolución se destacaba que: "El Partido se refuerza sistemática y pacientemente por difundir entre las masas las concepciones científicas del materialismo dialéctico e histórico de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento; y por librar a las masas de los dogmas y supersticiones religiosas y de los prejuicios por estas engendrados".

Ideas como estas se dogmatizaron en publicaciones de la Editora Política sobre ateísmo científico a solicitud del departamento de Educación Interna del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, como material básico para el nivel superior de los Centros de Superación Político-Ideológica.

En el país la santería era una de las creencias menos atacadas por haber sidoheredada por los esclavos procedentes de África; siendo tomada como muestra de sincretismo cultural.

Por ese entonces, en la sociedad, se restringió la práctica religiosa y, en alguna medida, se subvaloró la integridad de los cristianos, lo que condujo a la persecución de muchos católicos y protestantes.

Sin embargo, en aquel momento, el Gobierno reconocía el derecho de los ciudadanos a profesar y practicar cualquier creencia religiosa dentro del marco del respeto a la ley.

Por lo que la práctica social y la legislación se vieron constantemente en encuentros y desencuentros.En 1971 la Arquidiócesis de La Habana informó sólo 7000 bautismos, mientras queen 1989, esta cifra aumentó a 27.609 y en 1991 a 33.569.

Ya en el 2013 se estimaba que la membresía en las iglesias Protestantes era de un 6 por ciento de la población, comprendiendo a los bautistas, pentecostales, testigos de Jehová, Adventistas del Séptimo Día, presbiterianos, anglicanos, episcopales, metodistas, Sociedad Religiosa de los Amigos y a los luteranos.

Cifra superada por días según las estadísticas nacionales.

¿Cuándo y por qué ocurrió este cambio significativo?

En 1985,se dieron los primeros pasos: Frei Betto, un fraile dominico brasileño, teólogo de la liberación y autor de más de 50 libros de diversos géneros literarios y de temas religiosos, le hizo una entrevista de 23 horas a Fidel Castro, que fueron resumidas en la publicación Fidel y la Religión. Según resaltaron los medios internacionalesestas fueron las palabras de Fidel con el teólogo de manera extraoficial: "Lo que nosotros estábamos exigiendo era la adhesión plena al marxismo-leninismo...

Se suponía que cualquier persona que se uniera al partido aceptaría la política del partido y de la doctrina en todos los aspectos."

Años más tarde sucedería el colapso de la Unión Soviética, gran golpe para la economía cubana y momento decisivo para la conciliación entre las dos partes. En noviembre de 1991, el Partido Comunista afilió a sus filas a ateos y no ateos; y en julio de 1992, a la Constitución se le agregó una enmienda en la que se redefinía la base del Estado en el marxismo-leninismo. Además se añadió el artículo 42, donde se prohíbe la discriminación sobre la base de las creencias religiosas.

Un hecho significativo lo fue la visita del Papa Juan Pablo II a la Isla, en enero de 1998, invitado por el Gobierno cubano.

En esta fecha ocurrieron sucesos de gran relevancia: la acogida unánime del pueblo al sumo pontífice, a pesar de este ser recordado como uno de los principales símbolos del anticomunismo y por su lucha contra la expansión del marxismo; la crítica pública del mandatario religioso al bloqueo estadounidense y el decreto de receso laboral del 25 de diciembre, Noche Buena, hasta entonces prácticamente olvidada en Cuba.

En una especie de dialéctica y adaptación a los nuevos tiempos, se ha llevado a la rectificación de los errores cometidos por décadas. ¿…que faltan por resolver algunos otros en materia de religión? Es cierto: todavía los periodistas cubanos no se sienten libres de hablar del trabajo comunitario desarrollado por las iglesias, el desarrollo económico que estas han alcanzado, la cantidad de templos que se han construido, el incremento en masividad de sus miembros…y, en caso de ser necesario de corrupción o robo.

Treinta años de materialismo no se pueden borrar en un día. Todo lo que queda es esperar.