La envidia es una emoción muy destructiva, ha existido toda una vida, por eso es un sentimiento muy común, todos podemos sentir envidia algunas veces, otros con mucho mayor grado.

Esta emoción no es nada bueno porque solo traen tristezas en el corazón y el envidioso puede que se aislé, o tenga problemas para relacionarse con la gente. La envidia se produce como consecuencia, que la persona desea lo que no tiene y se trata de compararse con los demás.

Tenga cuidado porque los envidiosos son excelentes manipuladores y a veces se esconden detrás de una cara dulce y agradable para aparentar buenas personas.

Esa persona envidiosa crecerá con sentimientos de frustración y vació interior. Lo peor de todo que no podrá alcanzar la felicidad porque tendrá problemas con las personas que le rodea ya que la envidia lo contamina y lo destruye todo.

Este sentimiento negativo puede estar presente entre familia, amigos, compañeros de trabajo, tus vecinos. Si eres una persona exitosa y tienes dinero para darte ciertos lujos, es evidente que habrá mucha gente que te envidie por lo que tienes. O si tienes una excelente relación de pareja, gozas de buena salud, también son motivos para que te envidien.

Es importante realizar un saneamiento en nuestra mente, pensar en lo que tenemos, valoramos mucho las cosas de los otros, en vez de fijarnos en lo que poseemos y tratar de alcanzar el bienestar emocional, por eso hagamos una limpieza mental y comencemos a pensar en positivo desechando lo negativo, porque la envidia es una forma de manifestar admiración de forma negativa.

No vale la pena tener envidia. Si ha pasado por esto, reconozca en su interior que ha sido envidioso y tome la decisión de alejar estos sentimientos indeseables o negativos, y solo así estará dando un gran paso para mejorar la calidad de vida emocional.

Tome a las personas como ejemplo, en vez de envidiar, admírelos, si cambias las envidia por la admiración habrás eliminado los sentimientos o las emociones que te afectan mucho a tu desarrollo y crecimiento personal.