La mente, el cuerpo y el espíritu se muestran intensamente influidos por el color. Algunos colores son estimulantes y proporcionan energía mientras que otros nos tranquilizan y nos relajan. Los colores también afectan a los animales y a las plantas. El color se utiliza para atraer, para camuflarse, emitir señales sexuales, etcétera.

La energía de los colores en la ropa y en nuestro entorno influye en nuestro estado de ánimo y refleja nuestro carácter. Aquí siguen unos ejemplos.

El rojo es un color energético, vital, amistoso, antidepresivo. El rojo en exceso quizás nos haga sentir inquietos, incómodos y malhumorados. La preferencia por vestirse de rojo señala anhelos por ser el centro de atención.

El amarillo es un color alegre, mentalmente vivificante, inteligente, optimista. El amarillo intenso o el color mostaza inducen a la crítica.

El color turquesa se relaciona con la frescura del mar, es espontaneo y relajante. Eleva el espíritu, estimula la creatividad y favorece la comunicación.

El blanco aporta paz y bienestar. Se asocia con la pureza interior de las emociones y pensamientos.

Crea la sensación de libertad y amplitud. Un exceso de blanco resulta frio y aislante.

Al color oro se le relaciona con la abundancia, la sabiduría y el entendimiento. Es revitalizador e inspirador. El color dorado claro intensifica el talento.

La ropa de color marrón señala una personalidad estable, solidaria y segura. Puede denotar miedo al mundo exterior y contención de las emociones.

El Naranja es estimulante y feliz. Restaura el afecto e interés por la vida y transforma el espíritu. Es Antidepresivo.

El negro es reconfortante. Está asociado con la fuerza vital femenina, con el silencio y el infinito. En demasía conduce al aislamiento o a la falta de confianza. Vestirse de negro indica un carácter organizado e independiente.

El color rosa en un sedante de las emociones. Indica amabilidad y consideración. Mitiga los sentimientos de soledad y desaliento. Se asocia al amor sacrificado.

Llevar ropa de color gris indica una personalidad autosuficiente. Necesitan descanso y libertad. También puede indicar un carácter solitario, crítico y evasivo.

El color azul es tranquilo y sosegado, sobre todo el tono oscuro. Un exceso de azul oscuro puede resultar deprimente. El azul claro sugiere una naturaleza creativa y sensible. Mejora el insomnio.