El doctor Norberto Russo, un prestigioso médico especializado en el campo de la nutrición y tratamientos contra algunas de las alteraciones de conductas alimentarias, nos recomienda algunas de las que pueden ser nuestras mejores elecciones a la hora de escoger un alimento que proteja y mejore nuestro rendimiento cerebral, además de frenar su deterioro. Estas son las indicaciones que el experto nos ofrece para mejorar y optimizar su funcionamiento, además de impedir que éste se "oxide":

-En el primer grupo, encontramos las proteínas magras de alta calidad, que para Russo se tratan de sustancias capaces de reparar, mantener y contribuir a la formación de algunos tejidos, tales como los cerebrales.

Las proteínas, muy presentes en la leche, la carne, el pescado o el pollo, permiten equilibrar el azúcar y obtener ciertos componentes básicos para nuestro cerebro.

Refuerza su tesis haciendo alusión a la L-tirosina, un aminoácido que permite llevar a cabo la síntesis de los neurotransmisores cerebrales, o el L-triptofano, un aminoácido esencial para la serotonina. El científico también recomienda incluirlas en el desayuno, donde no siempre se encuentran todo lo presentes que debieran.

-Otra sustancia que en ocasiones no ingerimos en la cantidad más adecuada es el agua: el médico recomienda reducir el alcohol o la cafeína e incluir más del elemento primigenio, dada la alta composición de agua de la que está compuesta el órgano y el organismo en general.

Ha recalcado también la capacidad depuradora del agua en nuestro organismo. Otro antioxidante muy recomendado por él es el té verde (de dos a tres veces al día). Una buena opción puede ser sustituirlo por el café.

-Por otro lado, tenemos los llamados "carbohidratos inteligentes", con escasa glucosa y mucha fibra, de este modo quedará reducida la glucosa y con ella el peso, logrando también un mejor control contra la diabetes.

Hemos por tanto, de incluir en nuestra ingesta diaria legumbres, frutos secos, fruta y verduras frescas.

Para terminar, Russo recomienda platos combinados, la reducción de grasas saturadas e inclusión de ácidos grasos como el omega-3, y el aumento de hierbas y especies como la cúrcuma, el azafrán, la salvia, la canela, el tomillo o el ajo.