La niñez comienza con el nacimiento y acaba con la pubertad. La niñez de cada ser humano es una etapa fundamental que asentará las bases de su personalidad. La tarea de padres y sociedad para dotar a los niños de todo lo necesario para su desarrollo emocional y físico es fundamental.
1.La importancia de la infancia en el desarrollo de la personalidad
Esta etapa representa, la determinación en el desarrollo de las capacidades, intelectuales, emotivas y físicas de cada niño es una etapa de crecimiento y una época en que los niños son muy vulnerables, al depender de sus padres, profesores y en general de las personas que los cuidan, por lo que además de necesitar recibir mucho amor, también hay que proveerle de conocimientos y hábitos que serán claves en su formación y le permitirán valerse por si mismo conforme vaya creciendo.
Al niño hay que permitírsele que lo sea, no adelantando etapas ni conocimientos de hechos escabrosos que pongan en peligro su inocencia, fundamental para descubrir el mundo que le rodea desde una perspectiva amable y lúdica que lo dotará de recursos emocionales, para en etapas posteriores poder asimilar la parte menos amable del mundo al que deberá enfrentarse en su etapa adolescente.
2.Declaración de los Derechos del Niño
En 1959, La ONU proclamó la Declaración de los Derechos del Niño y en ella se recoge que por su falta de madurez física e intelectual el niño necesita protección y cuidados especiales, incluso legales, desde antes de su nacimiento: ‘la humanidad debe al niño lo mejor que pueda darle’. Los niños tienen que gozar de una infancia feliz, instando a padres, educadores y gobiernos a que reconozcan esos derechos y luchen porque sean llevados a cabo de forma efectiva.
Los mismos deben ser protegidos y amparados por los adultos en su vida cotidiana. El niño debe contar con derechos y deberes esenciales, tales como derecho a la educación, vivienda, familia, así como la alimentación y salud y velar porque los mismos se cumplan.
Por desgracia, los principios fundamentales que recoge la Declaración, no se cumplen en muchos países, donde la pobreza es extrema y donde el niño no puede serlo, ya que desde su más tierna infancia tiene que trabajar para ayudar a la subsistencia familiar, o es reclutado como soldado en casos de guerras tribales y en el caso de las niñas, obligadas a casarse con adultos antes de la pubertad.
Por todo ello es imprescindible que los gobiernos de todos los países unan sus fuerzas para lograr que la infancia de los futuros hombres y mujeres no se vea alterada, eliminando la pobreza extrema, ayudando a las familias para que tengan acceso a una vivienda digna y los medios necesarios para poder cuidar de sus hijos, proporcionándoles alimento, educación y esperanza de una vida en plenitud.
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