Una Mujer de 56 años ha sido sometida a un proceso de eutanasia en Bélgica, 16 años después de cometer un crimen que conmocionó al país. Geneviève Lhermitte asesinó a sus cinco hijos en su casa de Nivelles, en ausencia de su marido, quien se encontraba de viaje. Este acto fue seguido por intentos de quitarse la vida por parte de la mujer, que no tuvieron éxito.
En Bélgica está permitida la eutanasia
En 2019, Lhermitte fue liberada condicionalmente y trasladada a un hospital psiquiátrico, lo que le permitió su decisión de solicitar y someterse a la eutanasia.
En Bélgica, la eutanasia médica está permitida desde una ley de 2002 la cual regula las acciones para poner fin al sufrimiento tanto físico como psicológico, siempre que la patología sea "constante, insoportable e incurable". El paciente, que puede ser mayor o menor de edad, debe estar consciente en el momento de la solicitud y también debe poder expresarlo de manera "reflexiva y repetida" y su situación médica debe ser considerada "sin salida" según contempla la ley.
Un caso que provocó horror en la sociedad
Según un psicólogo entrevistado por la cadena de televisión RTL-TVI, Lhermitte eligió morir el 28 de febrero en un "acto simbólico hacia sus hijos". Este crimen, llevado a la pantalla por el cineasta belga Joachim Lafosse (À perdre la raison, 2012), provocó horror en Bélgica.
El juicio celebrado a finales de 2008 también tuvo una gran repercusión mediática, donde Geneviève Lhermitte trató en vano de argumentar y demostrar su desequilibrio mental para evitar la cárcel.
La mujer murió en el hospital Léonard de Vinci en Montigny-le-Tilleul a los 56 años según el diario de Sudinfo, aunque todavía no ha sido confirmado por sus allegados, mientras que el periódico Le Soir señala que la mujer había pedido y recibido el procedimiento alegando padecer un “sufrimiento psicológico sin esperanzas".
Mató a sus hijos con un cuchillo
La tragedia se produjo en el domicilio de Geneviève Lhermitte el 28 de febrero de 2007, cuando Lhermitte mató a los cinco Niños en cada una de sus habitaciones. Se trataba de Yasmine, Nora, Myriam, Mina y Medhi, la mayor tenía catorce años y el menor, tres.
Luego intentó en dos oportunidades terminar con la propia vida, pero no lo consiguió, y fue detenida.
En 2008 el tribunal correccional de Nivelles condenó a la madre a cadena perpetua, después que los peritos psiquiatras determinaran que Geneviève era responsable y consciente de sus actos, a pesar de estar atravesando una depresión aguda. Sin embargo, ni el marido ni su entorno más cercano podían imaginar la tragedia que estaba por avecinarse.
Durante el proceso, se dio a conocer una carta que la madre había escrito a su psicólogo donde manifestaba su intención de quitarse la vida y llevarse a sus hijos con ella. Años después, segundos análisis determinaron el estado de fragilidad y de su imposibilidad de ser responsable de sus actos, por lo que se determinó su ingreso en una clínica psiquiátrica.