Da comienzo el mayor espectáculo automovilístico del planeta. El Mundial de Fórmula 1 arranca este fin de semana en Melbourne con la celebración del Gran Premio de Australia. Nuevos monoplazas, nuevo reglamento y nuevo propietario, pero la misma emoción de siempre en la parrilla, en la que no estará el vigente campeón, Nico Rosberg, que decidió retirarse tras conseguir el título el año pasado.
Liberty Media, nuevo dueño de la F1
El grupo estadounidense de medios y entretenimiento, Liberty Media, es el nuevo dueño de la F1 tras abonar unos 8.000 millones de dólares.
Una compra que trajo consigo la destitución de Bernie Ecclestone como mandamás de la Fórmula 1. Comienza una nueva era en la F1 liderada por Chase Carey, en la que los nuevos propietarios buscarán renovar la emoción del campeonato, aumentando la presencia de la tecnología y las redes sociales, intensificando la promoción de los Grandes Premios y buscando nuevas fórmulas para hacer de la F1 un espectáculo aún más divertido, a través de la introducción de más circuitos urbanos en ciudades de prestigio como Las Vegas o Miami.
Monoplazas rápidos, robustos y ruidosos
También se han introducido cambios en los bólidos, buscando lograr carreras más espectaculares. La anchura de los monoplazas aumenta de 1.800 a 2.000 milímetros; por su parte el alerón delantero pasa de medir 1.650 mm a 1.800 mm, mientras que la anchura del alerón trasero se eleva de 750 mm a 900 mm, pero la altura del mismo se reduce de 950 a 800 mm.
El aumento en las dimensiones ocasiona también cambios en el pesaje de los coches. El peso mínimo exigido aumenta este año en 20 kilos, pasando de 702 a 722 kilos.
Además, habrá neumáticos más anchos para aumentar el agarre mecánico en las curvas. Los neumáticos Pirelli se incrementan en un 25 por ciento. Los delanteros aumentan de 245 a 305 milímetros, y los traseros, pasan de 325 a 405 milímetros.
En cuanto a los motores, los propulsores híbridos seguirán siendo los protagonistas, aunque se esperan que los motores sean más ruidosos, más salvajes y ensordecedores. Además, desaparece el limitador sistema de ‘tokens’; y también se aumenta el límite máximo de combustible que puede cargar cada coche, que pasa a 105 kilos, con el objetivo de ir a fondo más tiempo.
El cambio de la normativa busca acabar con la superioridad aplastante de Mercedes de los últimos años, creando coches más atractivos y rápidos, que permitan explotar el talento innato de los pilotos y aseguren una competición más igualada.
En busca del sucesor de Rosberg
Desde 1993 no arrancaba el campeonato sin su último vencedor. Tras proclamarse campeón del mundo, Nico Rosberg decidió retirarse. En las quinielas para suceder al alemán, su excompañero, el británico Lewis Hamilton parte como gran favorito. Aunque el piloto de Mercedes encontrará en Sebastian Vettel (Ferrari), cuádruple campeón del mundo, y en los pilotos de Red Bull, Daniel Ricciardo y Max Verstappen, sus máximos rivales.
Tras otra temporada para olvidar, Fernando Alonso y McLaren-Honda intentarán que en 2017 cambie su suerte.
Por su parte, Carlos Sainz luchará por los puntos en cada carrera de este Mundial, con el sueño de estrenarse en el pódium. Muchas novedades en esta nueva temporada, en la que Australia es la primera parada de un campeonato, que visitará todos los continentes, salvo el africano, durante los nueve meses de competición, en los que se disputarán veinte grandes premios y se recorrerán miles de kilómetros.