Rubén Pérez, el sacerdote de 35 años se convirtió en la cuarta víctima de la explosión este jueves por la madrugada en el Hospital de la Paz tras ser operado. Pérez ingresó el miércoles al hospital en estado crítico, tras la explosión en la Calle Toledo en Madrid este miércoles. La muerte la confirmó la Archidiócesis de Madrid en su cuenta de Twitter.

La cuarta víctima mortal de la explosión

Rubén Pérez fue la cuarta víctima de este fatal accidente.

El sacerdote se encontraba junto al feligrés David Santos revisando el estado de la caldera de gas del edificio, que además se encontraba en mal estado, ya que llevaba un buen tiempo funcionando mal. Pérez había sido declarado como desaparecido; sin embargo, logró salir del edificio semiderruido por su propio pie. Salió con fuertes quemaduras, la pelvis destrozada y numerosas fracturas.

Ese estado crítico hizo que lo llevarán al Hospital de la Paz en Madrid, allí se encontraba en estado crítico y fue entubado para estabilizarlo. En la tarde del miércoles ingresó por primera vez a cirugía, la cual salió con éxito. Tras realizarle unos análisis en la noche y madrugada, se le detectó una hemorragia interna, lo que causó que fuera nuevamente ingresado al quirófano.

Allí a la 1:30 de la madrugada fue confirmada su muerte. El Arzobispo mostró un mensaje de tristeza en su cuenta de Twitter.

Las otras tres víctimas

Otra víctima de la explosión en Madrid fue David Santos, un feligrés de 35 años, electricista, que se encontraba reparando la caldera del edificio, además Santos se encontraba haciendo un voluntariado en el edificio, ya que desde hace poco se había convertido en un feligrés de la iglesia.

Dejó a cuatro hijos y a su esposa.

Además de Santos, también se suma Javier Gandía, un albañil de 45 años que se encontraba de camino por la acera de la Calle Toledo. La otra víctima fue un ciudadano búlgaro, Stefko I., un ciudadano de 47 años que, al igual que Gandía, se encontraba en el momento menos esperado, ya que también estaba caminando por la Calle Toledo, minutos antes de la explosión.

Se realizará una demolición controlada

Tras la explosión de gas en la Calle Toledo 98 de Madrid, se realizará una demolición controlada de las plantas superiores del edificio. Puesto que según los operarios del Ayuntamiento de Madrid, la operación tendrá que realizarse “poco a poco”, así se logrará evitar un derrumbe peor, ya que hay un bloque de viviendas juntas. La Policía Municipal de Madrid empezará a retirar este viernes 22 de enero los vehículos dañados por los cascotes que desprende el edificio. Además, y en el lugar de los hechos se encuentra una grúa para retirar todos los elementos inestables que hay del inmueble.