Una mujer de 53 años fue descubierta este lunes en un piso del centro de la ciudad francesa de Forbach, donde afirmaba haber sido secuestrada desde 2011 por su marido. La policía intervino para liberar a la víctima y arrestó a su esposo, un hombre de 55 años, según fuentes cercanas a la investigación. Forbach es una ciudad perteneciente al departamento de Mosela, en la región del Gran Este.

La pareja, tanto la víctima como su supuesto verdugo, es de nacionalidad alemana. La mujer fue encontrada en una habitación con las ventanas protegidas y en condiciones deplorables: desnuda, con la cabeza completamente rapada, gravemente desnutrida y mostrando signos de fracturas antiguas en distintas partes del cuerpo, incluidas las piernas y los dedos.

Según las conclusiones iniciales, habría sido objeto de actos de tortura. En el apartamento de la pareja se descubrió un banco diseñado específicamente para la tortura.

Un cuaderno donde estarían anotados todos los actos infligidos

La mujer, después de haber logrado el acceso a un teléfono, se comunicó con un servicio de emergencia en Wiesbaden, Alemania, durante la última hora del domingo. Este último alertó a la dirección departamental de la policía de Mosela, que intervino en la casa del matrimonio a primera hora del día lunes, para encontrar la horrible situación a la que estaba siendo sometida desde hacía más de una década la mujer.

La víctima fue inmediatamente llevada al hospital. Durante el registro del apartamento, los investigadores encontraron un cuaderno.

En este cuaderno, el hombre habría registrado sus actos de tortura así como los momentos en que alimentaba a la víctima.

“Nunca vi a la mujer”, declaró una vecina del edificio de apartamentos donde vivía el matrimonio de alemanes, ya que “ella jamás salía del domicilio”. Sin embargo, el hombre sí entraba y salía naturalmente.

La vecina también relató que no se escuchaban ruidos extraños o gritos, aunque rara vez sí había escuchado algo, pero que pensó que se trataría de sonidos provocados por alguna enfermedad.

También vivían nueve gatos en el apartamento

Según las fuentes de la investigación a cargo del fiscal Olivier Glady, todas las habitaciones del apartamento estaban protegidas con rejas, probablemente para evitar el movimiento de los nueve gatos que también vivían allí.

Ya existían antecedentes: en 2019, tras la llamada de un vecino preocupado, la policía se había presentado en el domicilio de la pareja, pero el hombre había negado los hechos.

El hombre fue detenido inmediatamente. Se abrió una investigación por secuestro, abusos agravados, actos de tortura y barbarie. La brigada criminal de la policía judicial de Metz es la responsable de esta investigación.