El planeta se encuentra convulsionado por el desgarrador pedido de una joven polaca que afirma ser Madeleine McCann. Nada menos que la niña más buscada de las últimas décadas, que implicó la participación de varios países, una historia truculenta y cuestionada y hasta cuenta con un preso. Y Julia Faustyna reclama por su identidad y afirma ser ella la niña perdida.
Julia tendría el mismo coloboma que Madeleine en su ojo
Nadie puede olvidar los profundos ojos azules de la menor inglesa que desapareció de la habitación de sus padres durante unas felices vacaciones en Praia da Luz, en el Algarve portugués.
No se trataba de un azul común y fácilmente repetible.
Los ojos de Madelaine tenían un detalle que los hacía únicos: una mancha oscura, llamada coloboma. Se trata de una mancha que puede aparecer en el iris y que, casualmente, también Julia posee, pero en su caso, de forma un poco más atenuada. Sin embargo, los profesionales aseguran que esta mancha, de causas desconocidas, por el desarrollo y crecimiento, puede incluso desaparecer.
Además de esa manchita son muchos los claroscuros o coincidencias que la joven polaca se encargó de documentar cuidadosamente para que su reclamo fuera escuchado y llegar a hacerse realidad su pedido de ADN.
Detalles físicos y ‘aire de familia’
Julia Faustyna publica su análisis de las fotos conocidas de Madeleine McCann comparadas con las propias para sustentar su pedido y no son pocos los signos que la joven señala.
Pero sin duda, la prueba clave será una comparación de ADN con algún familiar de la pequeña.
Con la información gráfica publicada, Julia hace un detallado elenco de pruebas a través de la ubicación de los lunares visibles en la niña desaparecida con respecto a los propios. Pero no se queda en los detalles físicos. También busca el "aire de familia".
Por ello, muestra las expresiones de los rostros de Madeleine, pero también de los padres de esta, Gerry y Kate.
El pedido de la joven polaca de hacer un ADN
Así, Julia se ve reflejada en la sonrisa de Gerry y los dientes de Kate, el hoyuelo de Madeleine, el cabello rubio que toda la familia comparte. Una pequeña peca bajo el ojo izquierdo de la pequeña en el mismo sitio que uno propio, pero que es más claro.
La mujer analiza el corte del rostro y los gestos serios, sonrisas y risas a través de las fotos y del paso de los años.
Todas estas imágenes se encuentran en la ya viral cuenta de Instagram de nombre @iammadeleinemcann (Yo soy Madelaine MacCann), que ya habría conseguido su objetivo, ya que los padres de la niña inglesa habrían aceptado hacerse las pruebas de ADN que darían tranquilidad tanto a Julia como a los incansables padres de Madeleine.