Un terremoto de magnitud 7,6 con su epicentro en el Mar de Banda ha sacudido con gran fuerza Timor Oriental e Indonesia este mismo lunes sin que se hayan contabilizado daños.

El terremoto se llegó a sentir en Australia

Según datos facilitados por el Servicio Geológico de los Estados Unidos, que se encarga de registrar toda la actividad sísmica que tiene lugar en el mundo, el temblor tuvo lugar a las 2.47 hr local (17.47 hora GMT) en la zona del Mar de Banda, en el archipiélago de las islas Molucas.

El epicentro del seísmo está a una distancia de 85 kilómetros al norte de la Isla Babar (territorio de Indonesia) y a 368 kilómetros de distancia de la zona noreste de la isla de Timor Oriental.

El EMSC (siglas de Centro Sismológico Europeo del Mar Mediterráneo) ha añadido que el seísmo ha tenido lugar a unos 97 kilómetros de profundidad por debajo de la línea de la superficie terrestre.

La agencia de sismología de Indonesia llegó a emitir un aviso ante la posibilidad de que tenga lugar un tsunami, pero finalmente fue cancelada, y por el momento parece que el temblor, que llegó a sentirse en Australia, no ha provocado daños materiales ni personales.

Indonesia se encuentra en el conocido como Anillo de Fuego del Océano Pacífico, una de las zonas con más actividad sísmica y a nivel volcánico pues, cada año, se llegan a registrar más de 7.000 temblores, la mayoría de nivel moderado. Por ejemplo, el pasado 21 de noviembre, la provincia de Java Occidental (la zona más poblada de todo el país) sufrió un terremoto cuya magnitud llegó a ser de 5,6 y fallecieron más de 300 personas y se contabilizaron unos 8.000 heridos, lo que provocó que fuera el seísmo con mayor mortalidad que ha sufrido el país desde el mes de septiembre del año 2008.

Esa fecha forma parte de la historia negra del país: un terremoto cuya magnitud llegó a 6,1 conllevó la llegada de un tsunami a la isla de Célebes, que acabó con la vida de 4.300 personas.

Esta ha sido una de las catástrofes naturales más mortíferas que ha sufrido Indonesia, aunque no superó la que tuvo lugar en el año 2004, cuando un fuerte seísmo en la zona norte de Sumatra generó una ola gigante que provocó más de 226.000 personas muertas en doce naciones cuyas costas están bañadas por las aguas del Océano Índico.

Tras el seísmo del 2004 se registraron olas de más de 30 metros

En aquel episodio, las olas llegaron a superar los 30 metros de altura y golpearon con toda su fuerza la costa de Banda Aceh, que estaba llena por ser temporada alta en el sector turístico y solo allí fallecieron más de 170.000 personas.

Años después, Indonesia seguía sufriendo las consecuencias de este seísmo por culpa del envenenamiento de los acuíferos que tenían agua dulce por la propagación de distintos productos químicos provenientes de la industria y por la infiltración de agua salada del mar.