Un macabro hallazgo puso fin a la búsqueda de la niña que sus padres habían denunciado porque no llegaba a casa: una maleta de plástico que contenía un cadáver, encontrado por un hombre sin techo de nombre Clément Lanot en el patio interior de un edificio del distrito 19 del este de París, en la calle Manin, el mismo donde habitaba la menor con su familia.

La víctima es una niña de doce años llamada Lola Daviet, estudiante de secundaria y residente del barrio, cuyos padres habían denunciado su desaparición horas antes. Su cuerpo estaba oculto por telas, según fuentes familiarizadas con el asunto y junto a la caja había otras dos maletas de mano.

La niña apareció dentro de una maleta

El padre de Lola había denunciado la desaparición de su hija el viernes porque no había regresado después de sus clases en el colegio Georges-Brassens, ubicado justo detrás del edificio. La niña tenía el cabello rubio hasta los hombros, vestía jeans blancos rotos, una sudadera con capucha blanca, un chaleco de abrigo sin mangas y zapatillas blancas, decía la descripción.

El análisis de las cámaras del edificio donde la menor vivía con sus padres mostró cómo Lola llegó ese mismo día hasta su casa, a la hora habitual, pero fue interceptada por una mujer. Esa mujer, de nombre Dhabia B., tiene 24 años y es la principal sospechosa del asesinato de Lola Daviet, está acusada por la fiscalía francesa y en prisión preventiva por los cargos de abuso, tortura y asesinato, fue detenida al día siguiente del brutal suceso, junto con su hermana y otro hombre.

La hermana de la sospechosa, que vive en el mismo edificio que la niña muerta, se encuentra conmocionada y tanto ella como los otros detenidos ya fueron liberados.

El rumor de tráfico de órganos desmentido por su abogado

Si bien en un principio se habló de que se trataría de un caso de tráfico de órganos, el propio abogado de la sospechosa pidió a los reporteros que detuvieran los "rumores": "A pesar de mi calidad de abogado defensor, estoy pensando en la familia de la pequeña Lola, en los padres de la pequeña Lola; obviamente no tengo idea del trauma y el horror que pueden atravesar en este momento".

El espeluznante relato de la sospechosa

"De mí también me abusaron y vi a mis padres morir delante de mí", dijo Dahbia B. a los investigadores, mostrando frialdad. La mujer, que presentaría problemas mentales, mantiene un relato que oscila entre la afirmación y la negación. Dijo que abusó de la niña antes de asfixiarla, escribió un uno y un cero en sus pies y la apuñaló con una tijera.

También, que bebió su sangre que puso primero en una botella que por el momento no fue hallada. Luego, afirmó que todo lo que había contado era el relato de un sueño y que ella se defendía de un fantasma.