Biden ha sido claro, afirmando que hay una amenaza real de guerra nuclear por primera vez desde 1962, es decir, desde la Crisis de los Misiles en Cuba.
"No nos hemos enfrentado a la perspectiva del Armagedón desde [el presidente John] Kennedy y la crisis de los misiles cubanos", afirmaba Biden, y añadía que "tenemos una amenaza directa del uso de armas nucleares si las cosas continúan por el camino que van".
A este respecto, el presidente de los Estados Unidos advertía que el líder ruso, Vladimir Putin, "no está bromeando" cuando amenaza con usar las armas nucleares para defender sus nuevas fronteras de Occidente.
De la misma forma, Biden ha asegurado que está trabajando para encontrar la manera de que Putin retroceda y así evitar que esto vaya a más: "Estoy tratando de averiguar cuál es la rampa de salida".
EE.UU. advierte que Rusia se enfrentaría a "consecuencias catastróficas"
Putin parece que, de momento, desoye todas las advertencias emitidas desde Estados Unidos y los organismos internacionales, lo cual está haciendo encender todas las alarmas en Washington y en toda Europa por la posibilidad real de que Rusia pueda poner en funcionamiento armas nucleares tácticas o armas biológicas o químicas.
El país norteamericano ya avisó a Putin de que el uso de armas nucleares podría acarrear para Rusia "consecuencias catastróficas".
No se ha especificado aún en qué consistirían estas "penalizaciones", puesto que ni si quiera la Administración Biden ha llegado a ofrecer explicación alguna en público sobre ello, aunque sí que dichas consecuencias fueron comunicadas con detalle, debidamente, en privado, a los funcionarios rusos.
Putin sigue alimentando la escalada de tensiones
Del otro lado, Vladimir Putin, que acostumbra a criticar duramente a los países occidentales en sus intervenciones, aseguraba hace escasos días que "Occidente está basado en el totalitarismo y el despotismo", al cual también llegó incluso a acusar de "puro satanismo".
De esta manera, el presidente ruso no solo muestra que no está por la labor de ceder, sino que también evidencia su intención de ir con todo hasta el final, alimentando la escalada de tensiones.
La mejor prueba de ello, dejando a un lado que Putin está incorporando continuamente en su discurso esta retórica cada vez más hostil y fronteriza, se evidencia desde el punto de vista de que el líder ruso ha intensificado la Guerra en Ucrania con el objetivo de ampliar sus dominios en regiones enteras del sur y el este del Estado ucraniano.
Todo ello a pesar de que, en muchas de sus últimas campañas militares en esas zonas, las tropas rusas se han encontrado con importantes contratiempos.