Alexander Krasavin fue arrestado en San Petersburgo, Rusia, después de que su expareja Nina participara en un "asesinato" falso organizado por la misma policía para que creyera que la habían matado como él supuestamente había ordenado. Nina, de 46 años, fue llevada a especialistas en maquillaje de cine, para simular que le habían cortado la garganta. El hecho parece sacado de la bizarra mente de un mal director de películas de suspense, pero es real.
El asesino sacó un crédito para pagar a un sicario
De esta manera la policía, con la exmujer como actriz de su propio asesinato, atrapó con “las manos en la masa” a Alexander Krasavin.
La estratagema funcionó, informó la policía, ya que después de ver fotos de la "Mujer muerta" y recibir un mensaje de texto acordado "tienes una cita con el dentista" como contraseña, le dio el saldo del precio que había pactado con el sicario para matar a su ex.
Alexander Krasavin es un taxista de 54 años que, cansado de pagar la pensión alimenticia a su exmujer, sacó un préstamo de 17.000 euros para la supuesta manutención de su hija. Pero el destino del dinero era otro: 14.500 euros acordó con un compañero de trabajo para matar a Nina. Primero le dio un adelanto de 3.500 euros y acordaron el saldo de 11.000 luego de concluida la obra. El resto del préstamo se lo quedaría.
Quien debía matar a Nina creyó que era una broma
En realidad, el compañero de trabajo de Kravasin primero pensó, ante la primer pregunta sobre el asesinato, que se trataba de una broma. Como las preguntas continuaron, se dio cuenta que el plan de asesinar a Nina iba muy en serio, con lo cual se dirigió a la policía de San Petersburgo donde se tramó la estrategia junto a la misma esposa.
Desde ese momento, las conversaciones entre los dos hombres fueron grabadas, incluso él mismo comentó que el día elegido para el asesinato trabajaría con su taxi para proporcionarse una coartada. Nina fue maquillada con sangre falsa y le hicieron fotos para que el Kravasin creyera que realmente se había cumplido su encargo.
También la mujer fue escondida por algunos días y se presentó una denuncia por desaparición y una búsqueda ficticia para dar visos de realidad al hecho. El hombre estaba absolutamente convencido de que su ex había sido asesinada, como había convenido con el sicario y le pagó los 11.000 euros restantes.
La sorpresa y consternación de la mujer que fingió su propio asesinato
Con esta prueba definitiva de quién planeó y ordenó el asesinato de su exesposa, los agentes de policía lo detuvieron. Nina, luego de haber fingido su propio asesinato y tras la detención de Alexander, se confesó muy consternada por este comportamiento, ya que estaba convencida que compartían entre ellos una buena relación pese al divorcio. “Vio mi foto muerta ¿Y la aceptó? ¿Él creía que me habían matado y pensó: ¡gracias a Dios!? ¿Qué pasa con nuestra hija? ¿Cómo podría vivir con esta carga?", se cuestionó angustiada la mujer.