La ciudad de Pekín, capital de China, ya disfrutaba de estar viviendo la nueva normalidad desde hacía 55 días cuando una nuevo brote de coronavirus ha puesto en alerta a toda la metrópoli. Y entre las medidas urgentes tomadas por el Gobierno, la más estruendosa ha sido el cierre del mayor mercado de verduras de Xinfadi, al sureste de la Ciudad Prohibida, donde se localizaron siete de los 11 nuevos casos detectados en la ciudad.
Nuevos casos de coronavirus en Pekín
En Pekín los ciudadanos ya tenían vía libre para asistir a restaurantes, parques y hasta discotecas.
Las escuelas ya habían recuperado su normalidad y en estos días, se esperaba el regreso de los alumnos a las aulas. Inclusive el uso de la mascarilla ya había dejado de ser obligatorio. Sin embargo, el pasado jueves 11 de junio, la noticia de un nuevo caso de coronavirus alarmó a toda la población de Pekín. Según el medio citado, se trató de una mujer que no había salido de la ciudad ni estado en contacto con personas enfermas ni con nadie que estuviese recién llegado del exterior.
Siete personas infectadas en el mercado de verduras
Dos días después se detactaron 7 casos entre trabajadores y personas que habían estado en el mercado de verduras de Xinfadi, por lo que se decidió el cierre del mismo.
Además, todo el personal deberá realizarse la prueba para detectar la enfermedad, tal como ha informado la Comisión de Salud del Distrito de Fengtai. Las autoridades de Pekín han informado que se establecerán puntos de venta de verduras y frutas para la población, para reemplazar momentáneamente al mercado que ahora permanece cerrado y donde trabajan 1.500 personas.
Siempre según el medio citado, luego de realizar los test de Coronavirus y después de detectar el foco de contagio, han sido 46 las personas que han dado positivo en COVID-19. Pang Xinghuo, subdirector del centro municipal de Control y Prevención de Enfermedades, ha declarado que hasta este sábado se habían testeado a 1.940 personas que podrían haber estados expuestos al contagio al haber mantenido contacto directo e indirecto con los afectados del rebrote detectado en Pekín.
Freno a la desescalada y escuelas nuevamente cerradas
Mientras tanto, el Ministerio de Salud de China ha confirmado que cinco de los 11 nuevos casos de coronavirus detectados en Pekín son importados del extranjero. Este nuevo brote obligó a las autoridades chinas a frenar la desescalada, dando marcha atrás a la celebración de eventos deportivos, la apertura de cines y otros centros de entretenimiento bajo techo. También se ha suspendido el regreso a las aulas, previsto originalmente para el próximo lunes, cuando nada menos que 520.000 niños volverían a las escuelas a tener clases presenciales. Sin nuevos fallecidos en las últimas 24 horas, las cifras de China se mantienen en 4.634 muertos y 83.075 contagiados, desde el inicio de la pandemia en diciembre de 2019.