A pesar de que este mismo viernes se había anunciado que los duques de Sussex iban a separarse de los Duques de Cambridge, ya que se crearía una oficina con su propio equipo de comunicación, la reina Isabel II ha tomado cartas en el asunto para que esto no suceda.

No habrá corte independiente que trabaje con la pareja

Todo estaba preparado para que Harry y Megan organizasen una corte completamente independiente de la Casa Real y, de esta manera, tendrían libertad total a la hora de seleccionar los actos que aparecerían en su agenda. Pues bien, según ha publicado este domingo el periódico Sunday Times, la reina Isabel II de Inglaterra no ha concedido el visto bueno a este proyecto.

Es un hecho que el príncipe Harry y su esposa, Meghan Markle, ya tienen sus oficinas separadas de las de los duques de Cambridge, Kate y Guillermo, pero han deseado tener más libertad, más allá para lograr la completa independencia de las directivas que se encuentran en el palacio de Buckingham.

Por lo que aparece publicado en el periódico, la propia reina y su hijo mayor, el príncipe Carlos, se han negado a aceptar la posibilidad de que los duques de Sussex ganen en autonomía para poder crear una especie de “Marca Sussex” volcada en labores de filantropía y humanitarias.

Según una fuente de Palacio Real, los duques de Sussex buscaban que su corte fuera completamente independientes del propio palacio de Buckingham, pero la idea ha sido rechazada.

La estructura institucional no permitiría esta independencia. Por ello, los duques de Sussex deberían mantenerse unidos al palacio y hacer lo que se le manda. Harry quería crear su propio estilo de trabajo, muy diferente al resto de otros miembros activos de la familia real inglesa.

La pareja cambiará de hogar

Por otro lado, Meghan, que fue una conocida defensora de la igualdad de género, quería continuar con su “activismo”.

Antes de que nazca el bebé que está esperando la pareja para finales del próximo mes de abril, la pareja cambiará de residencia, del actual palacio de Kensington, en la ciudad de Londres, donde comparten residencia con los duques de Cambridge a la Frogmore Cottage, una casa construida en los terrenos del histórico castillo de Windsor, que está a las afueras de la ciudad.

Los duques de Sussex se casaron el pasado mes de mayo del 2017 en la majestuosa capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor, en medio de una gran atención por parte de los medios de comunicación, debido a la fama que ha tenido la pareja dentro de la prensa de corazón.