El ciclo electivo en Bolivia iniciará su marcha el domingo 27 de enero con las elecciones primarias. El nuevo mecanismo democrático fue incorporado mediante la ley 1096 de las Organizaciones Políticas, el sistema es interno y permitirá la elección de los binomios presidenciales que participarán en los comicios generales del mes de octubre. Aklí se definirá al candidato que tomará el mando de la nación por el período de cinco años, según demanda el Artículo 168 de Constitución Política del Estado boliviano (CPE).
Lo controversia de este nuevo procedimiento político, que está en el centro de las críticas, es la postulación del actual Presidente de la Nación, Evo Morales, quien podría asumir el alto mando por cuarta vez consecutiva, si llegase a sobrepasar los dos actos electorales.
Las primarias y el alto costo que deberá afrontar la ciudadanía
En medio de un escándalo, el pasado mes de septiembre, el gobierno boliviano promulgó la Ley 1096 de las Organizaciones Políticas (LOP). En ella se instauró como un nuevo procedimiento electoral, “las selecciones primarias”. Este nuevo mecanismo tiene funcionamiento a nivel interno del cuadro político y permitirá elegir a los binomios presidenciales que se presentarán a los comicios generales del mes de octubre.
La normativa destaca en su articulado que este procedimiento tendrá un "carácter vinculante y cumplimiento obligatorio”. También asegura que es el Tribunal Supremo Electoral (TSE) el órgano estatal que supervisará todo y garantizará el cumplimiento estricto de la Constitución del Estado, es decir será el “administrador y organizador” de este proceso democrático que se instaura en Bolivia por primera vez.
Sin embargo, uno de los puntos que conmocionó a todo el arco oponente y a gran parte de la ciudadanía se relaciona con su financiamiento; para los redactores de la ley el gasto será asumido con los “recursos del Tesoro General de la Nación” y se prevé que el costo se acercaría a los 27 millones de bolivianos. Será un acto electoral caro, si se toma en cuenta la deuda social que viene arrastrando la administración de Evo Morales.
Evo Morales nuevamente en carrera
En los primeros días del mes de diciembre el Tribunal Supremo Electoral de Bolivia (TSE), finalmente dio el visto bueno para que el binomio presidencial Evo Morales – García Linera pueda presentar su postulación para los comicios de octubre. La definición generó la irritación de la oposición y de gran parte de la sociedad, quienes catalogaron al “Evo” como un simple “dictador”.
A las denuncias sobre la violación de los derechos de la libertad de expresión, se sumaron los reclamos para que se respeten las normas de la Constitución Política del Estado (CPE), precisamente el artículo 168 de la Carta Magna, define que la duración del período presidencial es de “cinco años” y que la reelección deberá ser “por una sola vez en forma consecutiva”.
Frente a esta situación, la sociedad boliviana se encuentra en un estado de alerta. Un cuarto mandato de Evo Morales significaría una sensación de inseguridad y una posible desestabilización de la economía, es lo que sostienen muchos analistas críticos de la posición porfiada del actual mandatario.