El huracán Florence ha puesto en alerta a las autoridades de los Estados Unidos, ya que los observadores han calculado que tocaría el jueves la costa este del país norteamericano. Los cálculos lo ubican en categoría cuatro y podría ser el más destructivo en décadas en la región, por lo que ya se ha ordenado evacuar varias zonas que serían gravemente afectadas por el fenómeno natural.

Se esperan lluvias e inundaciones

Las autoridades ya han tomado medidas, en el caso de Carolina del Sur, el gobernador Henry McMaster ordenó que alrededor de un millón de personas evacuaran toda la zona litoral, y en Carolina del Norte y Virginia se declaró el estado de emergencia.

Se espera que Florence toque tierra firme en categoría cuatro y con vientos de 220 Km/H aproximadamente.

El equipo meteorológico afirma que podría llegar a categoría cinco, pues tomaría fuerza con las cálidas aguas del Atlántico, y podrían tocar tierra firme en algún lugar de Carolina del Norte o Carolina del Sur, causando fuertes lluvias e inundaciones en toda la zona de la costa y el interior.

El Centro Nacional de Huracanes de los Estados Unidos asegura que fuertes vientos, marejadas en la costa e inundaciones de agua dulce por las lluvias podrían causar graves daños, incluso daños mayores que los que causó el huracán Hugo, en el año 1989 cuando azotó a Carolina del Norte ocasionando pérdidas materiales de más de 7000 millones de dólares.

Evacuación y estado de emergencia

A partir del martes el gobernador de Carolina del Sur ordenó la evacuación de los habitantes del litoral, lo cual movilizaría a 1 millón de habitantes aproximadamente, mientras que el gobernador de Carolina del Norte cataloga a su estado como el blanco del huracán Florence, por lo que dio la orden de evacuar la cadena de islas de los Outer Banks.

En los comercios y supermercados de la zona se registran largas colas de personas llevándose grandes cantidades de agua potable, madera y linternas, en previsión a los daños que pueda causar el huracán. Los habitantes colocan bolsas de arena en las puertas de sus hogares y aseguran las ventanas con madera.

En Carolina del Norte fueron suspendidas las restricciones de transporte agrícola para que los productores pudieran movilizar rápidamente sus alimentos, evitando así grandes pérdidas en este sector.

La estación Naval de Norfolk, la más grande del mundo ya prepara embarcaciones para enviarlas a batallar la tormenta en el mar.