Después de violentos enfrentamientos en las protestas de la oposición, se produjo una calma fantasmal antes del anuncio oficial de los resultados de las elecciones presidenciales en Zimbabwe. En las calles de la capital la policía y el ejército de Harare patrullaban. Además, muchas tiendas fueron cerradas por temor a nuevos disturbios. La comisión electoral quería anunciar a primera hora de la tarde si los resultados de la votación del lunes se publicarían por la noche o solo el viernes.

Posible fraude electoral

Para la oposición, el anuncio retrasado de los resultados electorales es una indicación de un fraude electoral inminente.

Los observadores electorales de la UE dijeron que cualquier nueva demora era una lástima para la credibilidad de los resultados. Si el presidente Emmerson Mnangagwa ganó las elecciones en la primera vuelta, la oposición encabezada por Nelson Chamisa probablemente no acepte el resultado. Los expertos esperan protestas masivas por este caso debido a que las encuestas preelectorales predijeron una carrera igualada entre Mnangagwa, quien es un representante de la vieja guardia, y el lider reformista Chamisa.

Las protestas de los partidarios de la oposición en los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad mataron al menos a tres personas e hirieron a muchas más el miércoles. Mnangagwa exigió una investigación independiente de los incidentes y además acotó que las personas culpables tendrían que ser responsables.

"Los habitantes deben resolver sus diferencias pacífica y respetuosamente", exigió Mnangagwa.

Mnangagwa había culpado anteriormente por los disturbios solo a la oposición donde la policía utilizó cañones de agua, gas lacrimógeno y balas de goma para golpear a los manifestantes. También hubo disparos y el ejército también fue utilizado.

UE pide moderación a los habitantes de Zimbabwe

Frente a la reciente escalada, la Unión Europea pidió moderación por todas las partes. El Secretario General de las Naciones Unidas António Guterres, también expresó su preocupación por la violencia en Harare. Además hizo un llamamiento a los líderes políticos y a las personas de Zimbabwe para que rechacen cualquier forma de violencia.

En las elecciones parlamentarias, que también tuvieron lugar el lunes, el partido gobernante se aseguró desde 1980 que Zanu-PF obtuviera una sólida mayoría absoluta de escaños. Fue la primera opción después de que el veterano presidente Robert Mugabe renunciara en noviembre después de un golpe militar.

Los observadores electorales de la UE describieron el voto como "libre pero injusto" debido al uso de recursos del gobierno y los informes de prensa oficiales sesgados a favor del gobierno. Para el empobrecido Zimbabwe, las elecciones son una decisión crucial. Mnangagwa había estado bajo Mugabe durante muchos años como ministro y luego como su mano derecha. Chamisa, por otro lado es un pastor elocuente que representa un nuevo comienzo.